TEZONAPA.- El uso de teléfonos celulares ha repercutido significativamente el rendimiento escolar de los alumnos de nivel primaria, pues cada vez es más frecuente que los menores posean móviles más sofisticados que retrasan su aprendizaje en las aulas.
El uso exagerado de los teléfonos móviles ha desplazado la manera efectiva en la que el aprendizaje formaba parte de los menores de edad, situación que es alarmante, pues profesores y padres de familia han sido rebasados por la dependencia infantil hacia los llamados smarthphones, que a pesar de ser una herramienta tecnológica que simplifica la vida de cualquier persona, la batalla por su uso desmedido en el salón cada vez es más común.
La directora de Educación y Cultura, Mayra Ortiz Serrano, advirtió que el uso excesivo de celulares entre niños y adolescentes es alarmante y que puede generar adicción. Señaló que el síndrome de desatención en las aulas ha crecido, “los alumnos presentan trastornos de sueño y se producen brechas de status sociales entre chicos”, explicó.
Dijo además que la mala conducta se incrementó de la mano del celular, pues es casi seguro que los alumnos acepten entregar el teléfono hasta que la clase termine, “Ocasionan graves inconvenientes dentro y fuera del aula, hay profesores que continuamente se quejan y no comprenden los temas, debido a la distracción que implica la utilización del teléfono, incluso los ocupan para hacer los llamados `acordeones´ y fomentan el robo de los aparatos entre estudiantes.
En escuelas primarias comienzan a utilizarlos desde los 10 años y de manera incontrolable fomentan el bullying, pues insultan a sus compañeros a la hora del recreo.
En cuanto a las sanciones, dijo que no hay una disposición del Ministerio de Educación. “Cuando vemos un chico con celular se lo sacamos y llamamos a los padres, los rectores quedamos como los hombres de las cavernas, pero no vemos otra solución”, concluyó la entrevistada.
