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EU.- Toyota ha lanzado una llamada a revisión que afecta a alrededor de 168 mil vehículos en los Estados Unidos, un evento que pone de manifiesto la seguridad de los conductores de ciertos modelos 2022 y 2023 de Toyota Tundra y Tundra Hybrid. Estos vehículos, fabricados en la planta de Toyota en San Antonio, se ven amenazados por un defecto crítico que podría desencadenar graves consecuencias.
El problema en cuestión radica en un tubo de combustible de plástico que, según Toyota, tiene el potencial de desplazarse y rozar contra una línea de freno. Esta peligrosa situación podría llevar a una fuga de combustible que, si se encuentra expuesta a una fuente de ignición, aumenta significativamente el riesgo de incendio. La negligencia de Toyota al fabricar estos vehículos plantea serias inquietudes sobre la seguridad de los conductores y sus pasajeros.
Aunque Toyota ha prometido abordar esta preocupante situación, las medidas propuestas parecen insuficientes para garantizar la seguridad de los propietarios de Tundra afectados. La compañía planea reemplazar el tubo de combustible con una pieza “mejorada” y colocar abrazaderas adicionales sin costo alguno para los clientes. Sin embargo, esta respuesta llega tarde y resulta cuestionable, ya que es responsabilidad de Toyota garantizar que los vehículos que fabrica sean seguros desde el principio.