De la Redacción
El Buen Tono
Cuitláhuac.- A 48 días de cerrar el año, las comunidades enfrentan una dura realidad, a varias de ellas la administración municipal las dejó sin obras, lo que afectó directamente la calidad de vida de sus habitantes.
Sin inversiones en infraestructura básica, las necesidades de servicios esenciales como agua potable, alumbrado público, y pavimentación de caminos, se quedaron desatendidas, lo cual provocó un profundo malestar entre los ciudadanos.
Habitantes de comunidades rurales, quienes dependen de la mejora de vías de comunicación para el transporte y el comercio local, manifestaron su descontento ante el abandono del gobierno municipal.
Además, acusaron que la falta de obras también impacta la educación y la salud, ya que escuelas y centros de Salud locales siguen en condiciones precarias y carecen de recursos suficientes para operar.
A pesar de las promesas al inicio de su gestión, el alcalde, Martín Rico Martínez, se quedó sin ofrecer respuestas claras sobre la falta de inversión.
Dicho panorama hace surgir la desconfianza, pero también crea dudas sobre el destino de los recursos públicos, y sobre el compromiso de la administración con el desarrollo equitativo.
Organizaciones civiles y representantes comunitarios exigieron rendición de cuentas inmediata y la reactivación de los proyectos de infraestructura que tanto urgen a las comunidades.
En un municipio donde el desarrollo se hace cada vez más necesario, la falta de obras representa un rezago en infraestructura, así como un retroceso en la calidad de vida de sus habitantes.
Sin cambios en la política actual y sin compromisos reales, el próximo año se perfila como uno más en el que las necesidades básicas de las comunidades de Cuitláhuac quedarán en espera, mientras la frustración y el desencanto de sus habitantes siguen creciendo por la holgazanería de los ediles.