Pavel Durov, fundador y propietario de Telegram, ha anunciado un cambio significativo en la política de privacidad de la popular plataforma de mensajería. En un giro inesperado, Durov reveló que, a partir de ahora, Telegram compartirá información de los usuarios que no cumplan con sus reglas, incluyendo direcciones IP y números de teléfono, siempre que haya una solicitud válida por parte de las autoridades judiciales.
En sus declaraciones, Durov enfatizó que esta medida busca proteger la integridad de la plataforma, que cuenta con cerca de mil millones de usuarios. “No dejaremos que actores malvados pongan en peligro la integridad de nuestra plataforma”, afirmó el empresario. Este cambio de rumbo es notable, dado que Telegram había mantenido una política de no compartir información de sus usuarios, excepto en casos relacionados con investigaciones de terrorismo.
El anuncio se produce en un contexto donde Telegram ha sido criticada por su manejo del contenido extremista e ilegal. Tras su reciente arresto en Francia, donde fue acusado de no combatir adecuadamente este tipo de contenido, Durov ha comenzado a tomar medidas para cumplir con las exigencias legales. “En las últimas semanas, hemos implementado herramientas de inteligencia artificial para asegurarnos de que todos los contenidos problemáticos sean identificados y ya no sean accesibles”, agregó.
Este cambio de políticas parece un intento de Durov por distanciarse de las críticas y cumplir con las demandas de las autoridades, marcando un nuevo capítulo en la relación de Telegram con la regulación y la seguridad de los usuarios. Con estos ajustes, la plataforma busca balancear la privacidad de sus usuarios con la necesidad de responder a las inquietudes legales en un entorno cada vez más vigilado.
