Ciudad Mendoza.- Ante la indiferencia de las autoridades municipales y educativas de atender las necesidades de la Escuela de Bachilleres América (EBA), serán los mismos alumnos quienes realizarán rifas y ventas para recaudar fondos que les permitan comprar el mobiliario que tanto necesitan en el plantel.
También utilizarán el dinero para darle mantenimiento a las aulas que ya están en malas condiciones y son riesgosas.
A pesar de que los más de 500 estudiantes que cursan la preparatoria en el turno vespertino tienen deseos de culminar su educación para emprender una carrera universitaria, en su edificio se enfrentan a diversas carencias materiales.
Salones con filtraciones de agua y humedad, ventanas sin vidrios y mesabancos obsoletos y remendados, son las condiciones en que a diario toman clases.
El integrante del Consejo Estudiantil, Arturo Tejeda Alducin, quien cursa el quinto grado de humanidades, resaltó que ante la falta de apoyos de las autoridades, los estudiantes llegaron al acuerdo de buscar poco a poco recursos para cubrir las necesidades de los 15 grupos del bachillerato.
Recordó que con las cuotas de inscripción de la matrícula escolar, cada año sólo se realiza el mantenimiento a la pintura de las aulas y del mobiliario.
“Como Sociedad de Alumnos vamos a hacer concursos, ventas en los recesos y también rifas para obtener recursos y ayudarnos, también veremos si podemos obtener apoyo del municipio porque hay ventanas en los salones que no tienen vidrios, incluso hay salones en donde los compañeros toman clases de pie porque no alcanzan los mesabancos”, precisó.
Lo anterior lo expresó el alumno durante el primer concurso de ofrendas y de catrinas que montaron en el parque Miguel Hidalgo, actividad con la cual iniciaron la colecta de fondos para la EBA.
En este aspecto, destacó que también se buscó la preservación de las tradiciones mexicanas del Día de Muertos.
Por su parte, el director de la escuela en el turno matutino, Luis Arturo Santiago, manifestó que por las condiciones del plantel, cada año las cuotas escolares que aportan los padres de familia, se invierten con frecuencia en pintura y otros enseres.