Sandra g. Tehuintle
El buen tono
Orizaba.- A dos años de su suspensión la Diócesis de Orizaba retomó la peregrinación a la Basílica de Guadalupe, ante ello, el obispo Eduardo Cervantes Merino realizó una oración a María de Guadalupe, “para que no aparte de nosotros su ternura y su mirada, pues la crisis sanitaria nos ha dejado lastimados por el virus y otras epidemias”.
Dijo, “a pesar de las afectaciones, a lo largo de esta crisis sanitaria y sus secuelas, no solo sabíamos, sino que sentíamos su presencia a nuestro lado, cercana a las personas, a las familias, a las comunidades, curándonos y acompañándonos; fortaleciendo a los médicos, enfermeras, personal sanitario, sacerdotes y hermanos de la Pastoral de la Salud en este servicio de caridad”.
Se informó que acudieron laicos y sacerdotes provenientes de los ambientes Indígena, campesino y urbano, ellos tuvieron la oportunidad de agradecer “la ternura y consuelo de la Virgen”.
Lo anterior, al recordar, “alguno de nuestros seres queridos o de la comunidad fueron probados por la enfermedad o llamados a la Casa del Padre; a todos ellos los encomendó, particularmente a enfermeros, médicos y a los presbíteros Francisco Aguilera Medrano y Oscar Méndez Flores». La peregrinación de la Diócesis de Orizaba a los pies de la Santísima Virgen de Guadalupe viajó durante la noche y madrugada del primero de junio, se inició con el rezo del Santo Rosario encabezado por el Seminario Diocesano la Sagrada Familia.