AGENCIA
Internacional.- Israel ha anunciado la retirada de todas las mujeres que sirven como guardias de prisiones de alta seguridad, luego de que se revelara que algunas de ellas mantenían relaciones sexuales de manera regular con un preso palestino acusado de terrorismo.
La jefa del Servicio de Prisiones de Israel, Katy Perry, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, emitieron un comunicado conjunto anunciando que “todas las mujeres soldados del Ejército israelí dejarán inmediatamente de servir como guardias en las prisiones de alta seguridad en las que haya terroristas palestinos”.
Esta medida llegó después de que se filtrara información sobre una soldado del Ejército israelí que, mientras cumplía con su servicio militar obligatorio, fue suspendida por mantener relaciones íntimas con un prisionero palestino de alta seguridad. El Tribunal de Primera Instancia de Petah Tikva impuso una orden de silencio sobre los detalles del caso.
Según la prensa israelí, durante su interrogatorio, la soldado admitió que al menos otras cuatro guardias de la prisión también habían mantenido relaciones sexuales con el mismo preso, quien cumple cadena perpetua por atentar contra civiles israelíes. Además, se informa que el preso poseía un teléfono en su celda con el que se mantenía en contacto con varias de las guardias e intercambiaba fotografías.
El ministro Ben Gvir anunció que para el año 2025, “ni una sola mujer soldado permanecerá en las alas donde están las celdas de prisioneros de alta seguridad”. Esto no es la primera vez que se denuncia que guardias israelíes mantienen relaciones sexuales con presos palestinos, lo que ya había generado llamados previos para que las soldados no cumplan servicio en cárceles de alta seguridad.
A pesar de los intentos previos, no se habían tomado medidas debido a la falta de personal para reemplazar a las reclutas. Sin embargo, en enero, el Servicio Penitenciario inició una campaña de reclutamiento y contratado a más de mil nuevos guardias para reemplazar a las soldados.
Este anuncio se produce un año después de que el gobierno israelí ordenara una investigación tras otro escándalo en una cárcel, en el cual se alegaba que convictos palestinos habían agredido y violado a mujeres soldados que servían como guardias de prisión, y que algunos altos funcionarios de prisiones habían actuado como proxenetas.
