La búsqueda de la activista Ceci Flores, que llevó al descubrimiento de restos óseos en un lugar cerca del volcán Xaltepec, resultó en un giro inesperado. Según Ulises Lara, encargado de despacho de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, los restos encontrados por la madre buscadora pertenecen a animales, no a humanos.
En total, se identificaron 14 osamentas en el lugar señalado por Flores. Además de los huesos, se encontraron cenizas que también fueron analizadas. El resultado de las pruebas confirmó que no eran restos humanos, sino de origen animal.
Este hallazgo pone fin a la incertidumbre inicial y destaca la importancia de la labor de los buscadores en la identificación y resolución de casos.