Córdoba.- Desesperados por la falta de clases, padres de familia del Jardín de Niños “Leonardo Priego Amador”, ubicado en la colonia San Martín de Porres de esta localidad, solicitan la intervención del gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa, y autoridades educativas, para que se reanuden las clases en dicho plantel.
Inclusive se manifestaron a favor de la presencia de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para que sean ellos mismos lo que impartan clases a los más de 120 menores que integran la matrícula escolar.
Desde el pasado jueves 3 del mes en curso, los tutores optaron por tomar las instalaciones del jardín de niños bajo su resguardo, en espera de que con estas acciones los profesores de los seis grupos que integran los dos años de preescolar reanudaran actividades, situación que no se realizó, pues los maestros abandonaron el lugar.
Derivado de esto, levantaron un acta notarial ante la Notaria Pública 15 de Andrea Guzmán López de Vera, en la cual dieron fe del abandono de las instalaciones por parte de los profesores.
Durante estos cuatro días, los tutores se han organizado en cuadrillas de vigilancia para resguardar el plantel en espera de que las clases se reanuden a la brevedad.
“Se dijo que hoy (ayer) ya habría clases y aún con la lluvia los niños fueron, pero los maestros no llegaron y los papás mejor se llevaron a los niños”, comentó Ignacio Fernández Gómez, tutor.
Ante esto han solicitado la intervención del diputado federal, Juan Bueno Torio, en espera de que éste les dé una respuesta favorable.
“Nosotros queremos que la situación se conozca tanto a nivel estatal como federal, que vean cómo están los niños”, comentó, otro de los tutores, Gabino Lezama.
Aunque se pronunciaron respetuosos ante la lucha magisterial, enfatizaron en el hecho de la necesidad de que no se continúe afectando a los menores.
“Respetamos su lucha, pero la Ley ya se promulgó, dijo Sergio Lezama, padre de familia.
De no encontrar respuesta a su petición, dijeron tomarán medidas al respeto, aunque mantienen la esperanza de que las autoridades estatales no hagan oídos sordos.
Yessica Martínez Argüelles
El Buen Tono