En una decisión que ha captado la atención de los mercados financieros a nivel mundial, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha optado por mantener los tipos de interés en el rango objetivo de entre el 5.25 por ciento y el 5.5 por ciento, alcanzando así sus máximos niveles desde enero de 2001.
La Fed anunció esta decisión con un claro objetivo: “El Comité busca alcanzar el máximo empleo y una inflación a una tasa del dos por ciento en el largo plazo. En apoyo de estos objetivos, el Comité decidió mantener el rango objetivo para la tasa de fondos federales entre 5.25 por ciento y el 5.50 por ciento”. Esta es la segunda reunión consecutiva en la que la institución ha optado por mantener sin cambios su política monetaria, después de la última subida de 25 puntos básicos del precio del dinero que implementó en julio pasado.
Esta decisión llega en un contexto en el que la economía estadounidense ha mostrado signos de fortaleza. La semana pasada se reveló que la mayor economía del mundo experimentó un crecimiento del 1.2 por ciento durante el tercer trimestre, superando las expectativas. Esto contrasta con el modesto crecimiento del 0.5 por ciento registrado en el segundo trimestre. A pesar de estos indicadores positivos, la tasa de inflación interanual se mantuvo en un elevado 3.7 por ciento en septiembre, igualando la subida de agosto. La tasa subyacente, que excluye la volatilidad de los precios de alimentos y energía, se situó en un 4.1 por ciento, dos décimas menos que en agosto.
La decisión de la Fed continuará siendo objeto de análisis y debate, ya que refleja la compleja tarea de mantener el equilibrio entre el estímulo económico y la contención de la inflación en medio de un contexto global de incertidumbre económica.
