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Ciudad de México – La Unidad de Rescate del Santuario Ostok realizó una operación exitosa en la sindicatura de San José de Gracia, Sinaloa, para recuperar a dos tigres de gran tamaño, una tigresa blanca y un tigre amarillo, que presentaban un comportamiento extremadamente agresivo. La acción, solicitada por las autoridades de la Secretaría de la Marina, tuvo lugar en la zona conocida como el Triángulo Dorado, un área limítrofe entre los estados de Chihuahua, Durango y Sinaloa, donde la violencia ha crecido de manera alarmante en los últimos años.
Ambos felinos fueron encontrados en perfecto estado de salud, pero su agresividad obligó a los rescatistas a usar una sustancia química para asegurar su traslado sin poner en peligro la integridad del equipo de trabajo. Con esta intervención, el número de grandes felinos rescatados y albergados en el santuario Ostok asciende a 14, desde que comenzó la violencia en la región.
Ernesto Zazueta Zazueta, presidente del Santuario Ostok, mencionó que este es el primer caso en que se ha observado una agresividad tan pronunciada en los animales recuperados de la zona serrana del Triángulo Dorado. Además, explicó que debido a su comportamiento, es poco probable que los nuevos tigres puedan ser integrados con otros felinos en el santuario, lo que representa un reto en el manejo y cuidado de los animales.
El presidente del santuario también expresó su preocupación por la situación de violencia que azota la capital de Sinaloa, subrayando que, aunque los tigres fueron recuperados con éxito, su manutención es costosa y requiere cuidados especializados. La situación resalta la difícil realidad en la que los felinos se encuentran atrapados, no solo como víctimas de la violencia humana, sino también de un entorno que pone en peligro su bienestar.
