De la Redacción
El Buen Tono
Región.- A tan sólo 19 días de concluir su gestión, Cuitláhuac García Jiménez deja Veracruz con uno de los niveles de aprobación más bajos del país y el peor índice entre los gobernadores de Morena.
Con una aceptación que cayó del 27.5% en septiembre al 22.7% en octubre, según los datos de Demoscopia Digital, García Jiménez es hoy el segundo gobernador con mayor desaprobación a nivel nacional, sólo superado por el mandatario de Durango.
Su evaluación ha sido una de las más críticas, sin haber alcanzado siquiera el 50% de respaldo durante todo su mandato.
García Jiménez asumió el poder prometiendo una transformación que estaría alineada con los valores de la llamada “Cuarta Transformación”, pero la realidad de su administración muestra un legado de inseguridad, falta de infraestructura, deficiencias en el sistema de salud y una serie de promesas incumplidas que han acrecentado el desencanto entre los veracruzanos.
Su paso por el gobierno estatal será recordado no por logros, sino por una gestión marcada por tropiezos y un abandono evidente de necesidades apremiantes de la población.
Tan sólo en la zona de las Altas Montañas, su gobierno no sirvió ni para tapar los hoyos en las carreteras. Asimismo, la falta de acciones efectivas para combatir los problemas sociales, ha generado una percepción de desgobierno e incapacidad que se refleja en el creciente rechazo ciudadano.
A esto se suman los casos de corrupción y la deficiente rendición de cuentas, factores que han minado la credibilidad de su administración y, en última instancia, del propio partido que representa.