Córdoba.- El Estado “amarró” a los trabajadores suplentes del Hospital General Córdoba.
Tras manifestarse para exigir mejores condiciones laborales están denunciados penalmente y ahora no pueden protestar.
Como medida de presión para que renuncien, tienen restringido el acceso a horas de trabajo e inclusive se contrató a nuevo personal para reducir su intervención.
Desde hace un mes, los 103 trabajadores que aún quedaban como suplentes en las áreas de enfermería, trabajo social, servicios generales, se quedaron con apenas una guardia pagada en 82 pesos.
Las promesas de la Dirección Central de Xalapa no se cumplieron, pues tampoco se publicaron los tabuladores de salarios y en lugar de reducir las nuevas contrataciones para aprovechar al personal existente, cerca de 15 trabajadores nuevos han sido integrados al hospital.
De acuerdo con los afectados, ante esta situación 10 suplentes entre enfermeras, trabajadoras sociales y servicios generales, optaron por renunciar, aunque se fueron sin ningún tipo de beneficio o liquidación por los años laborados. En uno de los casos, una trabajadora social había cubierto como suplente 10 años ininterrumpidos.
La percepción de los empleados es que las acciones del Estado están encaminadas a “chocar” al personal para que renuncie, pues tampoco pueden manifestarse, ya que desde la movilización del mes de septiembre cuando sacaron a la luz pública la situación en la que se encuentran, fueron denunciados penalmente por el Estado. Inclusive, tienen la sospecha que parte de estas acciones de presión están relacionadas con Irma Fonseca Sánchez, quien se ha dedicado a hostigarlos al hacer un pase de lista en sus zonas de trabajo.
Aunado a ello, por parte del Sindicato Estatal de Trabajadores de Servicios de Salud de Veracruz (SETSSV), les fueron solicitadas una serie de aportaciones para la supuesta creación de una oficina para el personal dentro del Hospital, sin embargo, y pese a que colaboraron hasta en mano de obra, no recibieron el respaldo por parte de la fracción.