Un nuevo brote en el principal mercado de distribución de alimentos de Pekín, tras casi dos meses sin nuevos casos, disparó hoy las alarmas en la capital y en toda China ante la amenaza de una nueva oleada del virus que eche abajo todo lo conseguido hasta el momento en el gigante asiático.
A las tres de la madrugada local, después de comprobar que 46 personas que habían visitado el mercado de Xinfadi -en el distrito de Fengtai, al suroeste de la ciudad- eran positivas en coronavirus pese a no mostrar síntomas, se decidió cerrar a cal y canto el gran centro distribuidor mayorista de verduras, frutas y otros productos frescos de la capital.