El martes 12 de noviembre, la violencia en Sinaloa cobró nuevamente la vida de un destacado líder ganadero. Ramón Alberto Velázquez Ontiveros, de 52 años de edad y delegado de la Asociación Ganadera en Culiacán, fue privado de su libertad y posteriormente encontrado sin signos vitales en la comunidad de Higueras de Abuya, en Culiacán.
Según reportes de medios locales, Velázquez Ontiveros fue interceptado por sujetos armados alrededor de las 3:00 de la tarde en la carretera México 15. Tras su secuestro, su cuerpo fue hallado en la comunidad de El Espinal, en el municipio de Elota, con varios disparos de arma de fuego.
En el lugar del crimen, se encontró una cartulina con un mensaje cuyo contenido aún no ha sido revelado. Sin embargo, imágenes en redes sociales sugieren que el mensaje podría estar vinculado a una célula criminal asociada con los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, debido a los dibujos de dos rebanadas de pizza que adornaban la cartulina.
Velázquez Ontiveros había sido un defensor del sector ganadero en la región, y en publicaciones recientes había expresado su compromiso de trabajar junto al gobernador Rubén Rocha Moya para fortalecer la ganadería en Sinaloa. La tragedia se suma a un historial creciente de violencia contra líderes ganaderos en la región, como el asesinato de Faustino Hernández Álvarez, presidente de la Unión Ganadera Regional del Estado, a finales de septiembre.
Hasta la noche del martes, la Fiscalía General de Sinaloa no había emitido un comunicado oficial sobre los hechos. La violencia contra el sector ganadero parece estar en aumento, lo que ha llevado a la cancelación de eventos importantes, como la Feria Ganadera, por parte del gobernador Rocha Moya, quien al ser cuestionado sobre amenazas en su contra, negó que la cancelación estuviera relacionada con estos recientes sucesos, citando en su lugar el riesgo de violencia generado por la presencia de cantantes de corridos.
Este asesinato resalta la creciente inseguridad en el estado de Sinaloa y el riesgo al que se enfrentan los líderes del sector ganadero, un grupo vital para la economía local. La violencia, aparentemente vinculada a grupos criminales, sigue afectando a las comunidades rurales y a quienes lideran sectores clave en el estado.