AGENCIA
Canadá.- La política canadiense enfrenta un terremoto inesperado tras la renuncia de Chrystia Freeland, ministra de Finanzas de Canadá, quien dimitió este lunes en medio de un enfrentamiento político con el primer ministro Justin Trudeau. Freeland criticó duramente los planes de Trudeau para aumentar el gasto, calificándolos como “trucos políticos”.
La dimisión de Freeland ha generado una crisis en el gabinete y desatado especulaciones sobre el futuro de Justin Trudeau. Según fuentes citadas por CTV News, el primer ministro habría comunicado a los miembros de su gabinete la posibilidad de renunciar o extender su mandato. Se espera que Trudeau se dirija al Parlamento en las próximas horas para realizar un anuncio oficial, que podría incluir su dimisión al cargo.
Esta crisis interna ocurre en un momento particularmente delicado para Canadá, con la inminente toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en enero de 2025. Trump ha manifestado su intención de renegociar el T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), lo que podría intensificar las tensiones comerciales y diplomáticas entre los tres países socios.
Trump ha amenazado con imponer medidas comerciales más restrictivas contra Canadá y México, acusándolos de aprovecharse de Estados Unidos. La incertidumbre política en Canadá, sumada a los retos internos en México con la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia, configura un panorama incierto para la región ante las políticas proteccionistas y nacionalistas de Trump.
Chrystia Freeland era una figura clave en el gobierno de Trudeau, reconocida por su liderazgo durante la renegociación del T-MEC en 2018 y su papel en las relaciones internacionales. Su salida representa no solo una pérdida de capital político, sino también una grieta dentro del Partido Liberal. La postura crítica de Freeland hacia el aumento del gasto podría reflejar un descontento más profundo dentro del partido, lo que aumentaría la presión sobre Trudeau.
Si Trudeau decide renunciar, el liderazgo del Partido Liberal quedaría en una situación incierta en un momento crucial. Canadá no solo enfrenta una posible crisis política interna, sino también la necesidad urgente de una estrategia clara para enfrentar las amenazas económicas de Trump. El presidente estadounidense ha insinuado que podría revisar las ventajas de Canadá en el acuerdo comercial y tomar medidas unilaterales.
Para México, cuya economía depende en gran medida del comercio con Estados Unidos, un Canadá debilitado políticamente podría significar menos apoyo en las próximas negociaciones con Trump. La transición política en Canadá podría dar al mandatario estadounidense una ventaja estratégica para avanzar con su agenda proteccionista.
En este contexto, tanto Canadá como México enfrentarán el reto de mantener la unidad y firmeza en sus próximas negociaciones con Estados Unidos. Sin embargo, la incertidumbre sobre el liderazgo de Trudeau y los desafíos internos en México podrían complicar el panorama regional.
Mientras tanto, los ojos del mundo están puestos en las próximas horas, cuando se espera que Justin Trudeau aclare su posición y el futuro de su gobierno. La salida de Freeland y los rumores sobre Trudeau marcan un momento crítico para la política canadiense y la estabilidad en Norteamérica.