Córdoba.- Para llegar fortalecidos en su fe y recordar su compromiso con Cristo durante esta Semana Santa, ayer renovaron sus votos sacerdotales los presbíteros de la Diócesis de Córdoba.
Ante estos momentos donde la Iglesia Católica está debilitada por el dolor y el desprecio por la vida, se requiere de pastores que sepan llevar con alegría el ministerio.
La celebración fue presidida por el obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, acompañado de fieles de cada una de las regiones diocesanas, quienes se dieron cita en la Catedral de la Inmaculada Concepción. Durante la eucaristía, Monseñor pidió a los prelados recordar que Jesús está presente en medio de su pueblo, con el único objetivo de llevar el evangelio a todos los necesitados y vulnerables.
Por tanto, se requiere mantenerse fuertes para rechazar al demonio que se hace presente en el pecado.
A la par de la renovación de votos, se hizo la bendición de los Santos Óleos, utilizado para casos de debilidad por enfermedad a fin de sanar los dolores del alma, el cual puede recibirse más de una vez.
Mientras que el Óleo de los Catecúmenos es el utilizado para ungir a los próximos bautizados como señal de renuncia al pecado y al diablo durante su vida. Así como el Santo Crisma, el cual se emplea para la consagración de personas o cosas que se entregan al Señor.
Una vez benditos los Santos Óleos, fueron llevados en procesión hasta cada uno de los templos asignados para su distribución. Durante el encuentro, se anunció que será a partir del próximo mes de abril cuando 13 sacerdotes cumplan con sus nuevas encomiendas pastorales a fin de mantener la renovación de la fe entre la feligresía o por cuestiones de salud.
CAMBIAN A
SACERDOTES
Entre los cambios anunciados se encuentra el párroco Óscar Fabricio Martínez, quien actualmente es vicario en la parroquia del Espíritu Santo y que a partir del 9 de abril estará oficiando en la iglesia de San José de la zona de Omealca, donde se encontraba el sacerdote Claudio Balderas Reyes, quien fue asignado a San Isidro Labrador en Cuichapa, de donde será reubicado el padre Arturo Canchola Ramos para atender a la comunidad de San Juan Bautista en Cuitláhuac, de donde será removido el religioso Arturo Cessa Barradas, ya que será el nuevo párroco en la iglesia de San Francisco de Chocamán.
Por los cambios, el sacerdote encargado de la zona de Chocamán, Benito Olivares será asignado a la comunidad de Alpatláhuac, donde se encontraba el padre Evodio Román y quien al 14 de mayo iniciará labores parroquiales en San Lorenzo Mártir de Yanga.
Mientras que el padre Jorge Cisneros Valentín ingresará a partir del 21 de mayo como párroco en San Juan Bosco de esta ciudad.
Uno de los casos más significativos es la nueva tarea asignada al sacerdote Julián Verónica, quien deja la parroquia de Los Santos Reyes en Amatlán al religioso Francisco Paúl Bello, mientras que él será nuevo párroco en Nuestra Señora de los Dolores en la zona de Paraje Nuevo.
De igual forma, el sacerdote de esta comunidad, Christhian David Pizano, fue asignado a San Isidro Labrador en Matatenatito, de donde sale el padre Delfino Valencia para la iglesia de San Cristóbal en Naranjal. Ahí se encontraba el prelado Leonardo Neri, quien fue asignado a la zona de Paso del Macho, mientras que el padre Arturo Martínez será el nuevo párroco en la zona de Huatusco.
En el caso del padre Domingo Rafael Perea Manzo, quien recientemente sufrió una amputación en una de sus extremidades inferiores, su cambio permanece como pendiente. Una vez que su estado de salud mejore, será el Obispo quien analice la nueva zona a la cual será referido, mientras tanto se le mantendrá en recuperación con su familia.
ORACIÓN
POR LA PAZ
Ante las cuestiones de inseguridad y violencia que se viven en la zona, la Diócesis de Córdoba llevará a cabo este Viernes Santo una oración especial por la paz. A la par, se mantendrán las actividades tradicionales de la Semana Santa, incluyendo la Procesión del Silencio, exclusiva de esta ciudad de Córdoba.
Dentro de las actividades para este Jueves Santo, esta programada la misa vespertina de la última Cena del Señor y el Lavatorio de Pies que presidirá el obispo Eduardo Patiño, misma que será en punto de las 17:00 horas en la Catedral de la Inmaculada, para posteriormente la adoración del Santísimo hasta la medianoche.
El Viernes Santo las actividades darán inicio con el rezo de los laudes a las 08:00 horas, para que a las 10:00 inicie el Viacrucis partiendo de la Catedral en compañía del párroco Domingo Ortiz.
A las 15:00 horas será el descendimiento de la cruz en el atrio de la Catedral y a las 17:00 horas la celebración de la Pasión de Nuestro Señor y la adoración de la Santa Cruz, así como la oración por la humanidad entera y la paz en todo el mundo; mientras que a las 20:00 horas se realizará la solemne Procesión del Silencio. El sábado Santo será la Vigilia Pascual a las 20:00 horas.