MÉXICO.- Como un hecho inaudito y cruel, así calificaron cartonistas mexicanos al atentado a la revista satírica “Charlie Hedbo” en París, Francia, donde murieron 12 personas, entre ellos los caricaturistas Stéphane Charbonnier “Charb”, Jean Cabut, “Cabu”, Bernard Verlhac “Tignous” y Georges Wolinski.
El director del Museo de la Caricatura, Juan Terrazas, así como los moneros Agustín Sánchez González, Helioflores, Pedro Sol y Luis Carreño, repudiaron el atentando del que fue objeto el semanario, al tiempo que expresaron su solidaridad con sus colegas franceses.
Terrazas aseguró que los cartonistas que se encuentran en dicho espacio museístico están consternados por lo acontecido y dio a conocer que buscarán la manera de solidarizarse con el envío de un comunicado a la embajada
francesa.
Adelantó que rendirán un homenaje a los moneros caídos a más tardar el próximo lunes, con una exposición a cargo de cartonistas mexicanos en la que se prevé plasmar los rostros de los asesinados, tanto en la vitrina que tienen situada en la estación del Metro Zócalo, como en el museo.
Asimismo, Terrazas se dijo sorprendido, toda vez que “se trata de una visión de la intolerancia en el mundo. Estamos dolidos, sobre todo porque es difícil mantener una revista. Nosotros tenemos la revista ‘La pistola’ y es difícil mantenerla y ellos que tienen su semanario que es exitoso, ocurre este tipo de atentados lo cual es grave”.
Al respecto, Helioflores mostró su indignación al tiempo que calificó lo ocurrido como un
hecho horrible.
“Se me hace de lo más horrible, pues aparte de periodistas, caricaturistas que recuerde hayan sido asesinados, no lo recuerdo”.
Los cartonistas somos como una familia, nos conocemos nuestros modos y siempre estamos al pendiente de otros colegas.
“La revista Charlie es muy conocida y exitosa, deseo que encuentren a los
culpables y los castiguen como debe de ser”, dijo el caricaturista, quien apuntó que con este hecho se atenta
contra la libertad de expresión.
Aseguró que el monero no es más que el instrumento, no da renglón, transmite una idea y a mucha gente intolerante lo que le molesta es eso, las ideas del autor, los cartones que plasma.
Helioflores refirió también que el atentado es un crimen contra las ideas, la libertad de expresión, “los moneros, al final, somos los que dibujamos esas ideas”.
Recordó que a lo largo de la historia, los cartonistas en el mundo han sido objeto de persecuciones y amenazas, pero nunca antes de asesinatos como el ocurrido en la capital francesa.
“Nunca me imaginé que llegáramos a este grado de deshumanización e intolerancia, llegar al extremo de acribillar a una revista de humor, de humor político, de ideas y que no son armas que hieran a otra persona, es lamentable”, expresó.
Por su parte, Agustín Sánchez González se dijo sorprendido y calificó el hecho como un acto de intolerancia.
“No podemos permitir la barbarie, y hay que solidarizarnos con toda la humanidad, esto no es una ataque contra los caricaturistas, sino contra la humanidad, tan grave como lo fue el 11 de
septiembre”, expresó Sánchez González, estudioso del grabador mexicano José Guadalupe Posada.
De igual modo, el cartonista Pedro Sol comentó que fue una noticia que lamentan todos aquellos que se dedican al humor gráfico y a la prensa en general.
“La publicación es una revista que siempre fue muy crítica, no nada más con musulmanes, sino con todas las religiones. Se fue el equipo original de la publicación y esto se junta con el fallecimiento de del periodista Julio Scherer”, comentó.
El caricaturista Luis Carreño dijo que es un pesar lo que sucedió en el semanario francés pues todos, más allá de sus tendencias y de sus criterios, deben ser respetados.
“Arrancar la vida a una persona por sus opiniones en ningún sentido es aceptable ni tolerable, esto nos habla de que hay una intolerancia y está llegando a extremos de violencia, donde el objetivo es eliminar al contrario y esto no es sano en ninguna sociedad, ni en ningún momento”, afirmó.
Carreño subrayó que el humor lleva una crítica a veces ligera y a veces profunda, pero finalmente es un desahogo que empieza siendo unipersonal, pero el éxito radica en que es compartido, a través de un dibujo, sketch o un texto.
“Me apena mucho y lamento que sucedan estas cosas, porque hay que ser respetuosos de la vida humana”, expresó el artista.
A su vez, el monero Paco Calderón calificó el atentado de una monstruosidad, sobre todo tratándose de caricaturistas que su único daño es hacer reír y si a alguien no le gusta la caricatura que doble la página y se acabó la agresividad del autor.
Calderón consideró que hay fanáticos que sí pueden hacer este tipo de cosas, por lo que entonces el oficio del caricaturista no es muy seguro, aunque se trata de una actividad muy divertida y “la seguiremos haciendo”, visión que comparte con sus colegas.
AGENCIA