Orizaba.- Con una inversión de 85 mil pesos, el sepulcro de la niña Ana María Dolores Segura y Couto, que a través de los años se ha convertido en un atractivo para los turistas nacionales, e internacionales fue remodelado en su totalidad.
Ahora el famoso sepulcro, elaborado de mármol en su totalidad por la marmolería italiana Reinaldo Cuagnelli, presenta una cubierta metalica tipo kiosko bajo una lozeta de color negro, y en los laterales tiene tres lamparas.
La niña del ángel es la tumba de la pequeña Ana María Dolores Segura y Couto, quien falleció el 6 de julio de 1908 en la ciudad a la edad de dos años y tres meses al encenderse su vestido con una veladora.
Sus padres vivían en la Ciudad de México de origen español y en esos entonces no podían trasladarse los cadáveres con facilidad, por lo que tuvieron que dejarla enterrada en Orizaba y para que siempre estuviera custodiada y recordada, los padres mandaron a hacer una escultura de mármol con el mencionado maestro italiano Reinaldo Cuagnelli, siendo la representación de la niña dormida y acostada con los ojos abiertos y su ángel de la guarda que la custodia y la resguarda en todo momento.