sandra gonzález
EL BUEN TONO
Orizaba.- Tras la reciente remodelación de la Alameda Francisco Gabilondo Soler Cri-Cri, comerciantes de figuras de cerámica, quienes anteriormente se ubicaban en los pasillos de la zona, han sido desplazados bajo el argumento de que su actividad “no va de acuerdo con la estética” que las autoridades buscan implementar en el lugar.
Ahora, los comerciantes han sido reubicados en pequeñas casas de madera diseñadas para simular una “villa”, por las cuales deben pagar una renta mensual de 4 mil pesos, además del consumo eléctrico. Esto ha generado que sus costos de operación se eleven considerablemente, haciendo su actividad más costosa y limitando las ganancias en un contexto de emprendimiento complicado en la ciudad.
Algunos comerciantes consideran la nueva estructura beneficiosa para el clima, pero critican los cobros como una constante que afecta emprendimientos.