El día de hoy podría dejar Jesús Zambrano la dirigencia del PRD. El Chucho mayor ha dicho que dejará la decisión en manos del Consejo Político que se reúne este fin de semana. De darse el relevo, ocurre en un momento de claroscuros para el partido.
Claroscuros en los tres años que ha estado al frente del sol azteca.
Del lado de las luces, Zambrano ha logrado que el PRD deje atrás su tradición de oponerse a todo lo propuesto por el gobierno y se sentó en la mesa del Pacto por México. Desde ahí logró que su agenda formara parte de las discusiones.
No sólo eso. Logró también que su agenda fiscal fuese prácticamente la aprobada por el PAN y el PRI a fines del año pasado. No hubo IVA en alimentos y medicinas. Se aprobó un impuesto especial para alimentos conocidos como chatarra y que los Repecos tuvieran un lapso de diez años para incorporarse al régimen fiscal. Además, se logró un ISR más elevado para quienes más ganan y menor para quienes tienen bajos ingresos.
Todo lo anterior era agenda del PRD y se aprobó. Hacía tiempo que el PRD no lograba algo así. Con la salida de Andrés Manuel López Obrador del partido, éste dejó de estar secuestrado por la agenda del “NO” del tabasqueño.
Eso sin duda ha sido positivo para el PRD.
Lo negativo del periodo de Zambrano al frente del PRD es la división de la izquierda que le hará mucho más complicado tener un buen resultado en las elecciones que vienen en 2014 y, sobre todo, las que se darán en 2015.
División que ha implicado no sólo la salida de AMLO y sus cercanos del partido, sino la permanencia de algunos de ellos dentro del PRD torpedeando las labores de Zambrano y de Los Chuchos.
Momento complicado el actual para el PRD también por la situación de la Línea 12 del Metro en la Ciudad de México, que representa la joya de la corona del partido.
Los ciudadanos comunes y corrientes, usuarios de la Línea 12 y que no les interesan los temas partidistas, verán en el PRD completo al culpable de la mala movilidad de la que son sujetos por el cierre. No les interesará si el responsable es Marcelo o Mancera. Y eso es un golpe fuerte para el partido.
Y en esta división veremos quién predomina a la hora de la sucesión. Navarrete dice que no se baja, pero el ingeniero Cárdenas dice que no se queda con la presidencia si su candidatura no es de unidad.
Para Los Chuchos esta postura de Cuauhtémoc Cárdenas representa la amenaza de perder la dirigencia del PRD, que han mantenido desde que en 2008 llegó a la presidencia Guadalupe Acosta Naranjo.
La definición para Zambrano y para el partido se dará este fin de semana que se reúna el Consejo Nacional.