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REGINA, CUATRO AÑOS

Superiberia

Ayer 28 de abril se cumplieron cuatro años de que fue asesinada brutalmente la periodista Regina Martínez en la ciudad de Xalapa, un suceso que cambió al gremio reporteril de la entidad. Si la mataron a ella, una profesionista honrada, incorrupta y que siempre ejerció el periodismo como instrumento de servicio social, entonces son capaces de asesinar a cualquiera. Tal  fue el mensaje que se dio a todos los otros reporteros con el crimen de la querida compañera.

También el crimen de Regina Martínez fue paradigmático porque fue ordenado desde las esferas políticas y los autores intelectuales gozaron y gozan de la protección oficial. Allí siguen, incrustados en los círculos de poder, riéndose de que nunca se les indagó. Por esa razón se optó por enlodar la memoria de Regina, por manosear la investigación para alejarla del móvil relacionado a su trabajo periodístico e inventar una historia de crimen pasional.

Algunos compañeros de gremio han mantenido la exigencia de que haya justicia e incluso bautizaron a la plaza principal de la capital del estado como Plaza Regina para evitar que se olvide su nombre y su legado. Empero, a cuatro años de aquel día trágico la indagatoria judicial sigue estancada, solo hay un detenido,  un hombre enfermo y confeso bajo tortura -que seguramente es un ‘chivo expiatorio’ – mientras que  los verdaderos asesinos tanto materiales como los autores intelectuales siguen libres. No hay esperanza de justicia para ningún periodista asesinado, no al menos en lo que resta del sexenio estatal.

Vergüenza y deshonor deberían de sentir los priistas a los que les impusieron como dirigente estatal al oscuro Amadeo Flores Espinosa que fue el encargado de enlodar la memoria de Regina cuando era procurador de Justicia.

Es una asquerosidad que ese individuo sea el operador electoral de alguien que pretende convertirse en gobernador de la entidad como Héctor Yunes Landa.  El líder del tricolor, Flores Espinosa también es responsable de muchas triquiñuelas para proteger a los agresores de la prensa, solo basta recordar que fue quien retrasó las investigaciones sobre el atentado a esta casa editorial, El Buen Tono, en noviembre del 2011.

El crimen de Regina así como el de otros 16 comunicadores en Veracruz sigue impune y la paradoja es que muchos comunicadores, como si fueran aves de rapiña,  convirtieron esas tragedias en negocios personales y forma de vida. A costa de la desgracia de los compañeros se alquilaron como patiños para integrar el entuerto llamado Comisión de Atención a Periodistas cuyo objetivo fue tratar de lavarle la cara al Gobierno estatal.

A los zánganos que integran esa fantasmal comisión les debe saber a tierra la comida que llevan a su mesa pues medran con la muerte de los camaradas. Descarados.

RONDA DE ELEFANTES

Sobre los debates electorales no  hay recetas universales pero sí algunos lineamientos desprendidos de ese ejercicio en los últimos cincuenta años. Uno de ellos  es que los candidatos que están desfavorecidos en las proyecciones de intención del voto no pierden nada y sí ganan mucho lanzando ataques contra el que es puntero en las encuestas con el fin de atraerlo a la arena boxística. Esas escaramuzas verbales son parte de la estrategia de los que están en la retaguardia, ya se comentaba en un texto anterior.

Los politólogos argentinos Jaime Durán y Santiago Nieto en su libro “El arte de ganar” denominan “explosión” a  los ataques reiterados de un candidato a otro en un debate y esta maniobra  refleja dos cosas: debilitamiento y desesperación. 

“Ellos creen que con sus ataques crecen pero en realidad explosionan porque la gente constata que están movidos por la urgencia de tumbar al delantero”, dicen los investigadores. Esto aplica perfectamente a los dos últimos debates entre los candidatos  a la gubernatura veracruzana.

El priista Héctor Yunes y el resto de los candidatos atacan  reiteradamente al panista Miguel Ángel Yunes Linares pero no han logrado meterlo a la camorra, y así volvió a suceder en el último debate organizado por la estación radiofónica XEU en el puerto de Veracruz el miércoles pasado y en el que fueron reiterados los ataques contra el panista para tratarlo de meter a la pelea verbal.

Lo señalaron de todo, hasta de asuntos de hace veinte años durante el sexenio de Patricio Chirinos Calero cuando Yunes Linares era secretario general de Gobierno.

La estrategia de contención –y vaya que le ha de costar porque es de ‘mecha corta’- de Yunes Linares tampoco es gratuita, el desdén también es un instrumento de los debates y se utiliza para  no meterse al pleito verbal con los “coleros” –los que van a la cola-  y evitar con ello  arriesgar su ventaja en las encuestas.

No es nada nuevo, Yunes Linares se dedica a resistir los debates y los otros a tratar de aprovecharlos para ganar puntaje, esa es la lectura fría del ejercicio llamado debate.

Por cierto, el formato usado en los debates en Veracruz se conoce como “Ronda de elefantes” nombrado así desde los años setenta por los politólogos alemanes por ser lento y tedioso, sin margen de maniobra para una verdadera discusión, frente a frente y respuesta contra respuesta, de los participantes.

El debate debería ser entre los tres verdaderos contendientes, Miguel Ángel Yunes, Héctor Yunes y Cuitláhuac García, sin la ‘morralla’ ni los paleros del tricolor que solo hacen perder tiempo.

Ah y hablando de encuestas, ayer el periódico capitalino Reforma, difundió los resultados de un sondeo realizado entre el 21 y 25 de abril, el cual da una ventaja de un punto a Yunes Linares, al ubicarlo con 33 por ciento frente a 32 por ciento del priista  Héctor Yunes Landa y 24 por ciento al candidato de Morena, Cuitláhuac García. Las tres cosas interesantes de esta medición son que, en primer lugar, se sigue dando como ganador al panista aunque la diferencia de un punto conduce al escenario de un “empate técnico”, es decir que los resultados de la elección se irían a los tribunales.

En segundo lugar, la encuesta expone  que la apreciación ciudadana dice que  el 39 por ciento señala que el priista Héctor Yunes ganaría las elecciones sobre 23 por ciento del panista Yunes Linares. Ojo, en este punto no trata del abanderado  por el cual se va a votar, como se expresó líneas arriba, sino quién ganaría – sea por fraude o imposición-. Eso es un indicador de que la ciudadanía no tiene confianza en el proceso ni el arbitraje electoral pero tal percepción también tiene otro factor que la modificaría:  la encuesta arroja una desaprobación al Gobierno estatal –priista- del 83 por ciento, es decir ocho de cada diez veracruzanos repudian a la actual administración.

 Lo anterior sin duda pesará a la hora de la votación y entonces se deduce que Héctor Yunes no solo lucha contra su contrincante azul sino también contra la mala fama del Gobierno estatal, o sea que tiene al enemigo en casa. Una cuarta observación sobre el sondeo de Reforma, es que con ese mismo suman cuatro las casas encuestadoras que ubican a Yunes Linares como el puntero en la preferencia ciudadana  y hasta la fecha el PRI no ha exhibido una sola medición en la que Héctor Yunes vaya a la cabeza. Esto, por supuesto, ayuda a explicar el comportamiento de los candidatos en los debates que hasta el momento se han organizado.

EL BEATO Y LA VIUDA

Ya se explicó que las diputaciones plurinominales son regalos del poder o pago de favores políticos. Además de la escandalosa primera posición que el cordobés Gerardo Buganza –expanista y falso ex precandidato independiente a la gubernatura- ocupa en la lista de candidatos por la vía plurinominal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) hay otros personajes en esa lista que también provocan asombro por el grado de desfachatez. La cuarta posición es para la también  expanista, Dominga Xóchitl Tress Rodríguez, quien fue directora estatal de Espacios Educativos de la SEV y a la que se le relaciona sentimentalmente con un alto funcionario estatal.

La señora Dominga Xóchitl ha vivido del escándalo en los últimos años, no  hay que olvidar que es viuda del exalcalde electo de Juan Rodríguez Clara, asesinado en noviembre del 2010 -un mes antes de tomar posesión del Ayuntamiento- y ella misma acusó a la actual alcaldesa del lugar, la priista Amanda Gasperín Bulgareda de ser la autora intelectual del crimen. Sin embargo, meses más tarde Dominga Xóchitl estableció una relación sentimental con el entonces diputado federal Rafael Rodríguez González, esposo de Gasperín, la  supuesta asesina de su marido.

Aún más, la ahora candidata plurinominal del PVEM ocasionó furor en las redes y la prensa porque en abril del 2012, cuando quería ser diputada federal por el PAN en el distrito de Acayucan,  se filtraron fotografías en las que posa desnuda y conversaciones con Rodríguez González. Siempre se dijo que fue la esposa engañada, Amanda  Gasperín,  la que filtró las imágenes y el contenido de las charlas,  tomadas del teléfono celular de su marido de quien nunca se divorció.

Desde entonces a Dominga Xóchitl Tress se le conoce con el sobrenombre de  “La Viuda Alegre” y hoy, junto con el beato Buganza serán diputados locales, obsequios a cambios de favores políticos y ¿sexuales? -¿qué dirá el persignado Buganza Salmerón que su nombre figura junto al de  tan pécora mujer y compartiría curul con ella?- ¡Ave maría purísima! 

Vaya, está tan chueca la lista de candidatos a diputados de representación proporcional en el  PVEM que viola totalmente la legislación electoral, ya que la sexta posición se la asignaron a Dalia Pérez Castañeda,  exdiputada priista pese a que  aún es titular de la Dirección de Festivales de la Secretaría de Turismo y Cultura, es decir, es funcionaria pública y nunca renunció a su cargo a tiempo como lo exige el código de elecciones. Vaya si para rebuznar no se estudia.

Los méritos de la señora Pérez Castañeda no son muy diferentes a los de Dominga Xóchitl Tress pues ella saltó a la fama política luego de que protagonizó a una bailarina de Table Dance en la película amateur “Chiles Xalapeños” del cineasta Fabrizio Prada –la película era tan mala que nunca llegó a las salas de cine- y después se  hizo pareja sentimental del entonces rector de la Universidad Veracruzana (UV), Raúl Arias Lovillo. Sin duda la postulación de Dalia Pérez es otra razón más para que el beato Buganza se bañe en agua bendita porque su nombre va junto a esa damisela.

A todo esto se repite la pregunta: ¿Quién maneja al PVEM que se cree con tanta impunidad para cometer delitos?. El impresentable exgobernante estatal y actual cónsul en Barcelona. Eso responde todo. A su vez, en las listas de candidatos plurinominales de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) también hay verdaderas ‘perlas’ que merecen, claro, una columna

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