
De la Redacción
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- Mientras Córdoba celebraba el 407 aniversario de su fundación, los regidores del Ayuntamiento volvieron a quedar en evidencia ante la ciudadanía. Este domingo, el espacio reservado para los ediles en el presidium oficial lució vacío, obligando a que directores de área ocuparan los lugares que correspondían a los representantes populares.
La ausencia de los regidores no solo resultó notoria, sino que también generó inconformidad entre asistentes, quienes cuestionaron el compromiso de quienes, al asumir el cargo, juraron servir con lealtad a la ciudad.
A ocho meses de concluir su administración, los ediles parecen más ocupados en otros intereses que en cumplir su deber de representación. A pesar de percibir sueldos que superan los $100,000 mensuales en algunos casos, su presencia en actos cívicos relevantes para la identidad histórica de Córdoba brilla por su ausencia.
La Ley Orgánica del Municipio Libre de Veracruz, así como los artículos 114 y 115 de la legislación municipal, establecen claramente que los servidores públicos deben “cumplir leal y patrióticamente con los deberes de su cargo” y “observar diligencia en el servicio encomendado”. Aunque su presencia en actos públicos no está obligada de forma explícita por ley, la ausencia reiterada refleja una falta de sensibilidad y responsabilidad frente a la ciudadanía.
Además, el Artículo 115, fracción XXIX, obliga a los funcionarios a “salvaguardar la eficiencia en el desempeño de su cargo”, algo que resulta difícil de justificar cuando ni siquiera se presentan en eventos emblemáticos para la comunidad que representan.
Mientras la administración municipal mantiene su agenda institucional, la falta de compromiso de los regidores deja en claro que, para muchos de ellos, su prioridad está lejos de ser el servicio público.
