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Referéndum

Superiberia

 

En el referéndum de ayer en Crimea los ciudadanos tuvieron que responder a una de dos preguntas, la que quisieran, pero en ningún caso podían contestar con la palabra “no”.

Las opciones fueron:

1. “¿Está usted a favor de la reunificación de Crimea con Rusia como parte de la Federación Rusa?”

2. “¿Está usted a favor de restablecer la Constitución de 1992 y el estatus de Crimea como parte de Ucrania previsto en ella?”

En cualquiera de los casos, el statu quo quedó invalidado. Mediante este referéndum, Rusia garantiza un cambio en la relación Ucrania-Crimea en donde hasta ayer, Crimea era una República Autónoma que podía elegir a su Parlamento, el Consejo Supremo de la República Autónoma de Crimea, conformado por 100 diputados, pero tenía en las leyes ucranianas sus reglas superiores, incluyendo la política exterior.

Al momento de escribir esta columna las urnas han cerrado con una participación superior a 70%,

pero el resultado sigue a la espera.

De triunfar la primera opción, lo que sigue será que Rusia y Crimea negocien los detalles de la integración.

De triunfar la segunda opción, Crimea volvería a la Constitución que estuvo vigente por corto tiempo en 1992, tras la desintegración de la Unión Soviética. Esto implica otorgarle amplios poderes al Parlamento de Crimea, aún cuando sigue siendo parte de Ucrania.

Sería el estatus más cercano a una independencia para Crimea.

La comunidad internacional ya ha manifestado su reacción a este referéndum. EU, la Unión Europea, Argentina, Australia, Canadá, Chile y Turquía, no reconocen el referéndum y piden su anulación.

México no ha fijado una postura sobre el tema desde el 4 de marzo pasado cuando emitió un comunicado manifestando su apoyo a la postura de la ONU.

Naciones Unidas ha pedido respetar la unidad e integridad territorial de Ucrania, de conformidad con la Carta de la ONU y el Derecho Internacional. Así que, escuetamente, parecemos estar más cerca de quienes no reconocen el referéndum.

Rusia obviamente lo apoya. También Venezuela y Siria han dicho estar de acuerdo con Vladimir Putin. Las alianzas internacionales de Putin no son pues, ni las mejores ni las más fuertes.

Todo indica que, sea cual sea el resultado del referéndum, Putin ha ganado una batalla interna importante. Su índice de aprobación ha aumentado. Pero ha perdido aliados en el resto del mundo.

Para botón de muestra, la encuesta que publicó CNN el fin de semana sobre la visión que tienen los estadunidenses de Rusia: siete de cada diez ciudadanos ven en Rusia una amenaza. Esta cifra es la más elevada desde la desintegración de la URSS y coloca al país al mismo nivel de amenaza para EU que Irán y Corea del Norte.

Dice David Remnick, el periodista que ha estudiado y escrito extensamente sobre Rusia, que Putin pone en riesgo su sueño de seguir en el poder hasta el año 2024 justamente con este actuar ante Crimea.

Ése es seguramente el eje del actuar del musculoso presidente de Rusia. Pero al impulsar de manera tan vehemente este referéndum, sospecho que para Putin, lo que piensen los rusos va muy por delante de sus amistades allende sus fronteras.

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