En un anuncio esperado con anticipación, José Nabor Cruz Marcelo, el Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), compartió los resultados de las estimaciones de pobreza correspondientes al año 2022. Los datos revelan que cerca de 8.9 millones de personas dejaron de vivir bajo el umbral de pobreza, lo que condujo a una disminución del 43.9% al 36.3% en el porcentaje de la población afectada por la pobreza en comparación con 2020.
Estos resultados han sido aguardados con gran interés por especialistas, economistas, así como por distintos sectores políticos y públicos en el país. Este reporte representaba una evaluación crucial de los programas sociales implementados durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador, el primer presidente de izquierda desde 1940, cuando el General Lázaro Cárdenas dejó el poder. Los apoyos directos a la población más vulnerable, impulsados por la administración, se encontraron con resistencia por parte de un sector amplio de la derecha en México, que mantenía ciertas reticencias sobre el uso de los fondos públicos para asistir a los menos favorecidos.
En una conferencia de prensa, Cruz Marcelo comunicó que el número de personas en condición de pobreza en 2020 ascendía a 55.7 millones, una cifra que se redujo el año pasado a 46.8 millones. De este último número, 37.7 millones se encontraban en situación de pobreza moderada, mientras que 9.1 millones vivían en situación de pobreza extrema.
El Coneval subrayó que una persona se considera en situación de pobreza cuando enfrenta una o más carencias sociales en áreas como educación, salud, seguridad social, vivienda, servicios básicos y alimentación, y carece de ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades. Por otro lado, se considera en pobreza extrema a alguien que enfrenta tres o más de estas carencias sociales y no cuenta con ingresos adecuados para adquirir una canasta alimentaria.
Estos resultados señalan un paso importante hacia la mejora de las condiciones de vida de la población vulnerable en México, al tiempo que ponen de manifiesto la complejidad y la necesidad continua de implementar políticas y programas que aborden las desigualdades económicas y sociales en el país.
