Córdoba.- La transición que se vive con el cambio de Gobierno estatal, ha favorecido a la desatención del tema de la seguridad, actualmente Veracruz vive un momento de “vacío” ocupado por la anarquía, que se ve reflejada en los hechos de violencia como los ocurridos en la Sierra de Zongolica y otras partes de la entidad.
De permanecer con los “oídos sordos”, se avizora un recrudecimiento de la violencia.
A decir del presidente del Consejo Representativo de Iglesias Evangélicas del Estado de Veracruz, Alfredo Luna Murillo, el panorama que se vive en la entidad es el resultado de un desorden tanto de las autoridades salientes como de Gobierno próximo, pues ambos se están olvidando de la responsabilidad que tienen ante el tema de la seguridad.
Según dijo, aunque pareciera que la población ya se está acostumbrando a tantas muertes, hechos como los registrados en la zona de Zongolica, en Chiapas e inclusive en Oaxaca, son una clara muestra que la gente quiere resolver con muertos la justicia que no se está aplicando, por lo que afirmó es un momento en el cual la gente ya no quiere un “Gobierno de oídos sordos y respuestas mudas”.
Pues por el contrario, se busca una paz a través de los medios no adecuados, que han llevado a que se viva un momento muy delicado, que ante una inacción de los gobiernos, el problema se va a salir de control y la sociedad va a seguir manifestándose.
“Las autoridades se están lavando las manos, por eso pedimos autoridades no de oídos sordos ni repuestas mudas, sino de acciones verdaderas, porque los veracruzanos no nos merecemos esto. No es momento de levantar muros, sino levantar puentes, queremos que la gente pague, necesitamos justicia, ya no mas impunidad”, dijo.
En este sentido, el presidente de la Alianza de Pastores de Zongolica, Miguel Ángel Hernández Bustos, reconoció que la principal causa de la violencia que se vive es la inseguridad, donde hace falta mayor presencia de elementos de seguridad y principalmente atención a la población, pues ha quedado en evidencia que las autoridades locales no han demostrado capacidad para frenar los hechos de violencia.
Insistió que lo ideal es que ingresen las fuerzas especiales como la Gendarmería, para evitar más actos violentos, principalmente porque se trata de gente que vive en zonas marginadas, que hacen justicia por propia mano.
