El reconocido actor argentino Jorge Martínez, quien compartió pantalla con grandes figuras como Verónica Castro y Lucía Méndez, atraviesa uno de los capítulos más oscuros de su vida. Martínez fue hospitalizado tras un intento de suicidio en La Casa del Teatro, donde reside desde 2023. La noticia fue confirmada por Linda Peretz, presidenta de la institución, quien agradeció la rápida intervención de un empleado que salvó al actor.
Una Vida Marcada por la Tragedia
A sus 77 años, Martínez enfrenta las secuelas de un pasado lleno de dificultades personales y profesionales. La muerte de su madre en 2016, las estafas que lo dejaron sin ahorros, y el olvido en la industria lo llevaron a una profunda crisis. En entrevistas previas, Martínez confesó haber contemplado la idea del suicidio: “Fue un golpe muy fuerte, estaba muy mal”, reveló.
El Romance Fallido con Verónica Castro
El nombre de Jorge Martínez también está ligado al de la diva mexicana Verónica Castro. Ambos protagonizaron la telenovela “Verónica, el rostro del amor” en 1982, y su amor en pantalla traspasó a la vida real. Sin embargo, el idilio fue efímero y terminó con acusaciones públicas. Castro calificó a Martínez de “mantenido y abusivo”, declaraciones que él rechazó enérgicamente, asegurando que eran una ofensa a su trayectoria.
El Fin de una Amistad
La relación entre Martínez y Castro se enfrió por completo, especialmente después de que él trabajara junto a Lucía Méndez en “El extraño retorno de Diana Salazar”, algo que, según Martínez, pudo haber causado molestia en Verónica. Desde entonces, ambos actores nunca volvieron a hablar.
Un Presente en Búsqueda de Luz
Actualmente, Jorge Martínez se encuentra bajo tratamiento en un centro de salud mental, rodeado de sus seres queridos. La comunidad artística de Argentina ha mostrado su apoyo, mientras sus seguidores recuerdan su destacada trayectoria en el cine y la televisión.
Este caso pone de relieve la importancia de la salud mental y el impacto de los altibajos en la vida de los artistas, recordándonos que detrás del glamour, existen historias humanas que necesitan ser contadas con empatía y respeto.