AGENCIA
CDMX.- La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) admitió que desde que creó el fusil de asalto FX-05, concebido para darle a sus soldados una arsenal letal contra el crimen organizado, 19 de estas armas de alto poder están reportadas oficialmente como robadas a la milicia mexicana.
Ayer miércoles, Milenio publicó un reportaje en el cual advirtió que la famosa “Serpiente de fuego”, elaborada en la industria militar del gobierno y que se convirtió en el orgullo de la Defensa Nacional, ahora aparece cada vez con más frecuencia en emboscadas del crimen organizado contra las fuerzas de seguridad del país.
Al respecto, la Sedena reconoció que, además de las 19 FX-05 robadas, tienen reportes de 13 fusiles FX-05 extraviados.
Estas armas son capaces de disparar hasta 750 balas por minuto a una velocidad de 920 metros por segundo, es decir, incluso a un kilómetro es capaz de herir mortalmente a un hombre adulto; además, están diseñadas para incluirles bayonetas para el combate cuerpo a cuerpo y lanzagranadas.
De acuerdo con la información enviada por la Defensa Nacional, de los fusiles robados y extraviados se han asegurado 11 y no se reportan soldados que hayan perdido la vida por cuestiones vinculadas a proyectiles de dicho armamento.
Se realizó una búsqueda en redes sociales para saber cuántas FX-05 se presumen en manos del crimen organizado apuntan a que serían más de 100, tomando en cuenta fotografías y videos en noticias locales, blogs relacionados con crimen organizado y foros de venta y compra de armas de fuego.
Estos fusiles “hechos en Sedena” fueron ubicados en manos de pistoleros del cártel de Sinaloa, del Jalisco Nueva Generación, del Golfo, Santa Rosa de Lima, Zetas Vieja Escuela y Familia Michoacana.
Es decir, el arma creada por el Ejército mexicano para combatir a los cárteles ahora es usada por pistoleros para atacar a policías municipales, estatales, integrantes de la Guardia Nacional y de las Fuerzas Armadas.
Una creación de la industria militar al servicio de la guerra que ahora es usada por los cárteles de las drogas.