Córdoba.- La valentía y el amor de su hermana, evitó que Ángel Pablo García Urbano, de 44 años de edad, y originario de Orizaba, perdiera la vida a consecuencia de una afección hereditaria que le impidió tener un desarrollo óptimo de sus riñones.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de esta localidad, presentó a los medios de comunicación al paciente Pablo García Urbano, quien desde hace cuatro años a consecuencia de una insuficiencia renal, tuvo que inscribirse a la lista de espera del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) a esperar un donante cadavérico, pues expuso que por ignorancia y por miedo a la salud de sus familiares, no quería que uno de ellos fuera el donante de riñón.
Sin embargo, después de tres años y medio de tratamiento, justo el año pasado, su afección se complicó, avanzó a tal grado que el trasplante debía hacerse lo más antes posible.
El paciente relató el gran amor que le manifestaron sus tres hermanos al demostrarle la disponibilidad de donarle uno de sus riñones, pero finalmente fue su hermana Ivón la donante.
Con respecto a la pronta y valiente decisión de su hermana Ivón, el paciente mencionó que se debe a la unión que siempre ha existido en su familia, “La vida me permitió tener a tres donantes disponibles, aunque, fue mi hermana Ivón quien resultó ser la más apropiada para donarme su riñón”, dijo.
Después de su decisión, Ivón se sometió a toda clase de estudios y protocolos acorde a realizar alguna donación, a fin de que el órgano no fuera rechazado; y a casi dos meses de la intervención, los hermanos García Urbano, se dijeron listos para continuar sus vidas a lado de sus seres queridos.
Ambos, a decir de los médicos, podrán llevar una vida normal, los cuidados y limitaciones sólo fueron durante las primeras semanas de la operación, en el caso de la donante, dijo sentirse de maravilla, como si nada hubiera pasado.
Ivón García destacó que nunca tuvo miedo de donarle un riñón a su hermano;“Nunca lo dudé, desde un principio dije que yo estaba dispuesta a darle una parte de mí a mi hermano, porque lo amo infinitamente, pero al igual que yo, mis demás hermanos también mostraron su mejor disposición, incluso como los tres queríamos ser el donante, llegamos a bromear de someterlo a votación”, dijo.
Ambos agradecieron al Seguro Social de Córdoba y el Centro Médico de Veracruz, la atención recibida, que logró que la intervención del pasado 26 de febrero, resultará todo un éxito.
Mientras tanto a casi dos meses de la intervención, Ivón (la donante) ya goza de una vida normal, por su parte, su hermano (el paciente) aún continúa en recuperación, pero los médicos auguran que en sólo unas semanas podrá incorporarse nuevamente a sus actividades en general.
Agradecieron el trabajo realizado por el nefrólogo Humberto Niño Bautista, médico del Hospital General de la Zona Número 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social, quien encabezó todo el proceso de atención e intervención en el Centro Médico de Veracruz, así como por ser determinante para lograr la donación del órgano, por parte de un “donante vivo-relacionado”.
Finalmente lanzaron un llamado a la población a que si cuentan con un familiar o amigo que necesite un riñón, no duden ni teman en podérselo donar, refiriendo que se puede vivir bien con un riñón.
Ricardo Jácome Zavaleta
El Buen Tono
