Hermoso, con un bello ropón, lució el pequeño Diego Pérez Murillo, quien fue llevado a la pila bautismal de la iglesia Emperatriz de las Américas en Ixtaczoquitlán, para que se convirtiera en hijo de Dios.
Su orgullosa madre Paty Pérez Murillo, cumplió muy emocionada con tan importante sacramento que manda la Iglesia Católica y que es de suma importancia.
Para ese acontecimiento tan especial fungieron como sus padrinos la guapa Paulina Ubeda Grajales y José Manuel Pérez Murillo, quienes se comprometieron a velar por el bienestar de su ahijado como sus segundos padres, lo cual indudablemente lo harán ya que adoran al encantador Diego.
Más tarde, al finalizar la ceremonia, se trasladaron hasta un conocido restaurante de la ciudad donde se reunió la familia y amistades muy cercanas para acompañarlos en aquel día tan especial.
Los regalos y los buenos deseos para el guapísimo Diego no se hicieron esperar de parte de la concurrencia, que se desvivió en atenciones hacía él, ya que todas las asistentes no perdieron oportunidad para tenerlo entre sus brazos y llenarlo de cariñitos.
El festejo se extendió hasta la noche, ya que todos los presentes se la estaban pasando de lo mejor en esta celebración en honor a Diego, así como también todos los presentes recibieron unos lindos recuerdos que fueron entregados con mucho cariño por los orgullosos padrinos del festejado.
Diego con sus padrinos Paulina Ubeda Grajales y José Manuel Pérez Murillo.
Edy Méndez
EL BUEN TONO