AGENCIA
Nacional.- Desde el descubrimiento del primer tratamiento contra la depresión en la década de 1950, se ha avanzado significativamente en el desarrollo de moléculas eficaces para abordar esta condición que afecta la comunicación entre neuronas. Sin embargo, el director de los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP) de la Secretaría de Salud (Ssa) en México, José Javier Mendoza, señala que el desafío actual radica en lograr que los afectados identifiquen el problema y busquen atención médica.
En una entrevista con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Depresión, Mendoza destaca que solo el 20 por ciento (%) de los afectados en México recibe atención médica y el tratamiento correcto. Un problema añadido es el considerable retraso que los pacientes experimentan antes de buscar ayuda, que puede extenderse de siete a 14 años.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que la depresión se encamina a convertirse en la principal causa de discapacidad a nivel global. La pandemia de Covid-19 ha acelerado este proceso, aumentando la prevalencia de la depresión. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México viven 3.36 millones de adultos con depresión, afectando al 16.3% de las mujeres y al 9.1% de los hombres.
Ante las carencias históricas en el sistema de salud para tratar trastornos mentales, la Ssa impulsa un cambio en el modelo de atención. El enfoque se centra en fortalecer la capacidad de respuesta en el primer nivel, capacitando a profesionales de la salud en la identificación de síntomas y canalización de pacientes.
Hasta la fecha, más de 140 mil trabajadores han sido entrenados en este nuevo enfoque. Mendoza reconoce el desafío que representa la depresión, ya que, debido al retraso en el diagnóstico, la mayoría de los pacientes requiere tratamiento farmacológico. Sin embargo, solo el 10% del personal que trabaja en el área de salud mental son médicos especialistas.
La apuesta actual es encontrar a los afectados en las etapas iniciales del trastorno y ofrecer opciones terapéuticas diversas, como las psicológicas, sociales o de grupo. En 2023, bajo el nuevo esquema de atención, se asistió a 6,148 personas con depresión en los Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones, proporcionando medicamentos de forma gratuita a aquellos que lo necesitan.
Sobre los tratamientos farmacológicos, Mendoza destaca que, aunque son seguros y no generan adicción, su prescripción requiere conocimientos especializados. Subraya la importancia de que los pacientes comprendan que se necesita tiempo para obtener resultados y advierte que la suspensión de los medicamentos debe realizarse bajo supervisión médica.
