Donald Trump recibió ayer jueves en Naciones Unidas un fuerte golpe, pero que no le moverá un milímetro en su política hacia Medio Oriente, y mucho menos en su decisión de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel. De los 193 estados que conforman la Asamblea General de la ONU, 128 votaron a favor de una resolución que pide a Estados Unidos rever su decisión de reconocer a Jerusalén como capital de Israel; nueve lo hicieron en contra, 35 se abstuvieron y 21 no se presentaron a una sesión que el presidente Trump había advertido que seguiría de cerca. Trump había amenazado con retirarle la ayuda económica a los países que votaran la resolución.
FUENTE: EL PAÍS