Dallas- La Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos se negó ayer a revisar el caso del mexicano Édgar Tamayo Arias, sentenciado a muerte en Texas, pese a que se encuentra amparado por un fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
El reo es uno de los 51 mexicanos sentenciados a muerte en Estados Unidos amparados por el fallo de la CIJ, que ordenó revisar todos los casos dado que durante sus detenciones y juicios fueron violados sus derechos como extranjeros, tutelados por la Convención de Viena.
La CIJ determinó en 2004 y lo ratificó en 2009, que las autoridades estadounidenses violaron en estos 51 casos la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, firmada en 1963 por casi la totalidad de países del mundo, incluyendo Estados Unidos y México.
No obstante, en pleno desafío al derecho internacional, Texas se ha negado a acatar la orden de la CIJ y ha ejecutado ya a dos mexicanos enlistados en el fallo de ese tribunal: José Ernesto Medellín, en mayo de 2008, y Humberto Leal, en julio de 2011.
En el litigio previo a la ejecución de Medellín, la Suprema Corte de Justicia estadounidense determinó que sí tenía derecho al amparo del fallo de la CIJ para que se revisara su caso, pero señaló que Texas no estaba obligado a acatar el dictamen de la corte internacional.
La determinación de la Suprema Corte en ese caso, puso al descubierto el vacío legal que existe en Estados Unidos, donde se carece de una ley que obligue a las entidades a cumplir los tratados internacionales que este país firma con otras naciones del mundo.
Agencias