Río de Janeiro.- El Gobierno brasileño negó ayer haber usado recursos públicos en la construcción o reforma de los estadios que serán utilizados en el Mundial de Fútbol 2014, una de las causas de las multitudinarias protestas que sacuden al país desde hace dos semanas.
“No hay ningún centavo del presupuesto de la Unión (Gobierno central brasileño) destinado a la construcción o reforma de los estadios para el Mundial”, aseguró el Ministerio de Deportes en un comunicado.
El Ministerio señaló que los fondos utilizados en las obras fueron parte de préstamos que los responsables por cada uno de los doce estadios tendrá que devolver a los cofres públicos.
Los estadios que serán usados en el Mundial, incluyendo los seis ya inaugurados y en los que se disputa actualmente la Copa Confederaciones, pertenecen a gobiernos regionales.
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