México.- El orgullo revivió en un momento en el que los colores Rojiblancos duelen más de lo que se puede presumir. Guadalajara se paró en su segunda casa, el estadio Azteca y venció 1-2 al América que en el papel era el gran favorito y terminó demostrando, una vez más, las carencias que tienen como locales.
La primera pifia se dio antes del primer cuarto de hora. América ya había mostrado desconfianza en la salida pero el regalo lo entregó Osvaldo Martínez cuando decidió tocar atrás pero lo hizo mal al poner la pelota entre Paul y Goltz para que Bravo apareciera y Muñoz complementara con una precipitada salida que abrió el marcador.
Entre una gran intensidad, el calor del partido invitaba a olvidar la lluvia y, aunque las llegadas del cuadro Azulcrema elevaban los ánimos, las fallas o apariciones del arquero Rojiblanco regresaban la calma.
Dedos López mandó un centro espléndido. El lateral de Chivas centró por derecha al corazón del área y, mientras el balón viajaba, Omar Bravo arrancó para ganarle la espalda a Paolo Goltz, quien solo le vio el número y fue el primer espectador del gol 129 en la carrera del delantero Rojiblanco, pues su cabezazo dejó sin oportunidad a Moisés Muñoz.
Los tapatíos aún no lo terminaba de cantar, América tampoco de creerlo, cuando el Rebaño cometió un error, Salcedo se equivocó y provocó que Darwin quedara mano a mano con Toño Rodríguez y, cuando el ángulo de disparo parecía muy complicado, Carlos Salcido derribó a Darwin para ganarse la roja y dejar la decisión en Osvaldo Martínez, quien cobró el penal y regresó al América a la vida.
En la recta final del partido las Águilas hallaron la más clara con un disparo de Osvaldo Martínez que se estrelló en el travesaño y luego Oribe remató, pero el abanderado anuló el tanto por un fuera de lugar inexistente que selló el partido y un triunfo Rojiblanco que reavivó el orgullo Chiva.