El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del Centro Europeo de Física de Partículas (CERN), famoso por haber confirmado la existencia del bosón de Higgs en 2012, volvió a ponerse en marcha hoy después de más de tres años apagado, reanudando así su tarea de estudiar el intrincado mundo de las partículas subatómicas.
El mayor y más poderoso acelerador de partículas del mundo, un túnel de 27 kilómetros de circunferencia a 175 metros de profundidad en la frontera entre Francia y la ciudad suiza de Ginebra, inicia con ello su tercera fase de experimentos, que espera se prolongue al menos hasta mediados de esta década.
El reinicio de los experimentos comenzó exactamente a las 12:16 hora local (10:16 GMT), cuando dos haces de protones circularon en direcciones opuestas por el acelerador, impulsados por una inyección de energía de 450 mil millones de electrovoltios, que irá aumentando a medida que se comprueba que el sistema funciona correctamente.