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Realizan eucaristía y bendicen puente

Superiberia

Atoyac.- “¡Adiós!”, ha sido la palabra más difícil que han expresado los familiares y amigos de los miembros y porra Club Deportivo Camarón a las 22 personas que perecieron el domingo pasado cuando el autobús en el que viajaban cayó al río Atoyac. Para que sus almas descansen en paz ayer realizaron una eucaristía y la bendición del lugar donde sufrieron el fatal accidente.

 

Los vecinos de San José Camarón arribaron a la iglesia de Cristo Rey en Atoyac, donde también se congregaron pobladores para participar, debido a que el accidente que ocurrió la mañana del pasado 10 de enero aún cuando no tenían familiares el dolor de esta tragedia los solidarizo y unió          estrechamente.

 

Durante ésta participó también el párroco Oscar Fabricio Martínez Limón, el padre bombero de profesión al lado de Jorge Hernández Gómez quien indicó que “estos hermanos no los hemos perdido”.

 

“Aparentemente perdieron estos hermanos, pero no es pérdida, ellos fueron al encuentro con el señor, que es luz y vida, esperanza para el pueblo. Debemos contemplar el accidente a la luz de la fe donde el consuelo y esperanza, debemos depositar en Cristo”, expresó.

 

Por ello, aún cuando es difícil ya no verlos o darles un abrazo porque no están más físicamente a su lado, ellos están al lado de Dios, gozando de una vida nueva y eterna, donde siempre serán recordados por cada familiar y ser querido.

 

“Al igual que Jesús, él no merecía una muerte en la Cruz pero fue por  una vida nueva y eterna. Debemos orar por los que aún están en los hospitales y sus casas recuperándose, por los que han partido orar porque están al lado de Dios”, reiteró.

 

En la misa varias familias que perdieron un familiar llevaron en sus manos una fotografía de ellos, en su memoria, la que abrazaban con la misma fuerza que hubiera sido el cuerpo de su ser querido, misma que estuvo hace una semana sobre     el ataúd.

 

En una sola Cruz fueron colocados los 21 nombres de los pobladores de Camarón que perdieron la vida en el accidente, entre los que se encuentran: Luis Ramón Palacios, Israel Ballona García, Miguel Ángel Borbolla García, Fátima Gómez Morales, Agustín Gómez Hernández, Jonathan López Ruiz, Plutarco M. Molina Villa, Victoria Palacios Ortega, Juan Pablo Rincón Ramírez, Gregorio Rodríguez Reyes, Alejandra Hernández Acat, Eder Eduardo Herrera Chazarín y Marylin Pérez Ortega.

 

También Rosa María Cortes Acat, Guillermo Aponte, William Gómez Méndez, José Hernández Méndez, Arturo Luna Tejeda, José Landeros Solís, Jorge Bedolla Mendoza y Noel Aquino Pérez.

 

El nombre que no aparece es el de Jony Vázquez Álvarez, el conductor del autobús que también perdió la vida en este lugar y que fue encontrado su cuerpo un día después, fue el último como los marineros en salir de este.

 

Algunos de los ocupantes del autobús e incluso familiares de estos reconocen “aviso que se había quedado sin frenos”, pero esta carretera no tiene una rampa que permita al vehículo reducir la velocidad.

 

La bendición

 

Tras la eucaristía los asistentes salieron en procesión de la iglesia de San José a la carretera y caminaron de este lugar hasta el puente, donde en la parte alta colocaron un altar y arreglos florales. Encabezados por ambos sacerdotes, con una cruz con los nombres de los pobladores de Camarón y el profesor también ex alcalde de Jamapa.

 

El altar improvisado tenía la imagen de la Virgen María y una de Jesús, donde se unían a la pena y oración de la irreparable pérdida del accidente.

 

Este lugar fue bendecido y pidieron por las almas de los difuntos para que descansen en paz. En este lugar los recuerdos salieron en algunas personas quienes requirieron auxilio, una mujer aún con el collarín que requiere utilizar tras el accidente cayó en una crisis depresiva, un joven se desmayó y tres personas más tuvieron problemas de hipertensión.

 

Las lágrimas de dolor no faltaron, brotaron y no podían cesar, “es difícil decir adiós”. Todos los familiares y amigos pasaron a la orilla del puente Atoyac con una flor y la cubeta de agua bendita para derramar esta sobre el lugar despidiendo así a quienes viajaron en este autobús rumbo al a final de un encuentro deportivo.

 

“Son campeones”, pronunciaron “ganaron” y les dieron aplausos por una vida nueva.

 

El rescatista, Ramón Emilio de Jesús, hizo uso del micrófono y explicó “tenemos muchas deficiencias, porque nos falta equipo pero hicimos nuestro mayor esfuerzo por ayudar”, y aplaudieron por la ayuda que le otorgaron a los lesionados, quienes tras caer del puente gritaban con desesperación “auxilio”.

 

Adiós

 

Unas familias bajaron al río Atoyac, para despedirse. Una vecina de este lugar dio el permiso y atravesando una vereda llegaron a la orilla del afluente, donde se sentaron en las piedras y unos tres varones colocaron sobre el lugar donde habían yacido los cuerpos de sus familiares colocaron unas veladoras, que en un lado le colocaron una parte del camión, la que portaba la imagen de la Virgen María.

 

Rociaron agua bendita, les dijeron con el dolor de su corazón que sabían que habían partido al lado de Dios, que descansará su alma para que gocen de la luz eterna. Oraron un padre de nuestro, una oración en este lugar en el que estaban unidos no sólo por las manos que se tomaron para rezar, sino por un dolor similar por un hijo, hermano, tío, amiga.

 

El barranco al río aún guarda las huellas, el camión antes de impactar en el afluente, choco con unas piedras, se nota porque se observan los cambios y marcas nuevas de la barranca.

 

Algunos familiares buscaron una huella en el lugar de sus familiares y encontraron varios zapatos, tenis que les habían obsequiado un día anterior y quienes pudieron identificar el calzado se lo llevaron consigo en la despedida.

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