Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- En el marco de las festividades a la Virgen del Carmen, Monseñor Eduardo Cervantes Merino, obispo de la diócesis de Orizaba, recordó a la comunidad que el escapulario no tiene poder mágico por sí mismo, pero es un símbolo que nos acerca a la Madre Santísima y nos invita a imitar su fe, servicio, humildad y disposición. “Llevar el escapulario nos recuerda que somos los primeros imitadores de nuestra Madre Santísima”, dijo monseñor.
Durante su homilía, destacó la importancia de la fiesta de Nuestra Señora del Carmen para animar a los fieles a vivir como María, no sólo sentir su protección, sino también seguir su ejemplo como la primera discípula que escucha y acoge la Palabra de Dios. “María es grande por ser la Madre de nuestro salvador, pero también es grande porque primero lo acogió en la fe, ese es el camino de los cristianos”, afirmó.