El Real Madrid puso freno a la dinámica positiva del Atlético de Madrid, exhibió firmeza en un derbi en el que fue superior para cerrar su semana fantástica tras endosar al equipo de Diego Simeone su primera derrota del curso con los mismos goles encajados en un partido, marcados por Casemiro y Carvajal con ayuda del meta Jan Oblak, que solo había encajado dos en todo el campeonato.
Un derbi sin la pasión de la afición es menos derbi. Al duelo le faltó la tensión que se traslada al césped y se impuso la necesidad. La defensa de la corona madridista pasaba por un choque con tintes decisivos pese a llegar en diciembre. Lo provocó la buena línea atlética y la inesperada regularidad del equipo de Zidane, endeble en duelos menores y nuevamente ganador ante rivales de altura.