córdoba.- La riqueza inexplicable de la que presume Raúl Arróniz, y toda la familia coludida, sólo se explica a través de los años que sirvieron a gobernantes y políticos para tapar sus raterías y publicar sólo las mentiras que les mandaban en boletines o mensajes.
Así como hemos publicado las facturas de los 4.5 millones mensuales que recibían del Gobierno de Javier Duarte, también informamos de cómo, por 15 millones de pesos, vendieron también la precandidatura de Marisol Arróniz, al grupo en el poder para dar paso libre a sus intereses políticos.
Mansiones, yates, empresas, concesiones de parquímetros, proveeduría a Gobierno Estatal, son parte de los enjuagues de la familia y de Raúl Arróniz, que debe investigar la Secretaría de Hacienda, pues muchos de estos ingresos nunca fueron declarados.
Y de todos es sabido que en estos asuntos los acompañaban “amigos”, como el caso del conocido “Bejarano de Raúl” o “El Señor de las ligas”, quien podría estar también involucrado en estos temas, por encargo del coludido, llevando su mochada correspondiente.
Y si no, cómo explicar que de vender quesos, de pronto también aparece como propietario de la casa cuya fachada hoy publicamos. Salvador Landeros ha sido siempre la mano derecha de Raúl Arróniz, y se le involucra en la compra de la casa de la familia Mansur, en la calle 22 de Córdoba, en donde se rumoraba que Javier Duarte quería que se construyera una plaza comercial muy exclusiva. Esa transacción la habría hecho a nombre también de Javier Duarte.
