AGENCIA
Nacional.- A dos años del informe del Comité contra las Desapariciones Forzadas de la ONU (CED), la crisis de personas desaparecidas en México sigue en ascenso, con un alarmante hallazgo en Teuchitlán, Jalisco. El pasado 5 de marzo, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco descubrió en el rancho Izaguirre el mayor “campo de exterminio” del país, presuntamente vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El rancho, ubicado a una hora de Guadalajara, contenía restos óseos calcinados, mochilas de personas presuntamente reclutadas a la fuerza, ropa, instrumentos de tortura y tres hornos crematorios. Testimonios de sobrevivientes revelan que los reclutados llegaban engañados con falsas ofertas de trabajo y eran sometidos a torturas inhumanas, castigos extremos y ejecuciones. Algunos, según los relatos, fueron arrojados vivos a los cerdos o asesinados en el acto.
El informe de la ONU de 2022 ya advertía sobre la impunidad casi absoluta en las desapariciones forzadas en México, señalando que, aunque el crimen organizado es el principal responsable, el Estado también es culpable cuando permite estos crímenes o sus funcionarios participan en ellos. El documento denunciaba la falta de transparencia y la negativa de algunas autoridades a compartir información sobre los casos.
Hasta el 11 de marzo de 2025, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas reporta 123 mil 808 casos, con Jalisco como el estado con más desapariciones.
El hallazgo en el rancho Izaguirre ha generado indignación y movilizaciones en todo el país. El 15 de marzo, colectivos de familiares realizaron la Vigilia y Luto Nacional en 23 ciudades, incluyendo Ciudad de México, Monterrey, Ciudad Juárez y Veracruz, colocando velas, flores y zapatos en homenaje a las víctimas.
Además, este domingo, madres de desaparecidos encabezaron una procesión por la paz en Teuchitlán, mientras que en la parroquia del “Señor de la Ascensión”, el obispo Engelberto Polino Sánchez ofició una misa en memoria de las víctimas.
Las autoridades continúan investigando el rancho Izaguirre, donde hasta el momento han encontrado huesos humanos, más de 200 pares de zapatos y prendas de vestir, evidenciando lo que podría ser un campo de exterminio operado por el crimen organizado.
