México.-El año pasado las calles de MÈxico fueron inundadas por decenas de marchas. Provocando crÌticas especializadas y el descontento popular, el PRI emprendiÛ reformas que continuaron con la lÛgica de las privatizaciones (que suelen beneficiar a unos cuantos empresarios y fueron iniciadas desde inicios de los 90).
Miles salieron a manifestarse por las reformas de telecomunicaciones, que menoscaba nuestro derecho a la privacidad y libertad de expresiÛn, y energÈtica, que privilegia la producciÛn de hidrocarburos, la implementaciÛn del fracking e incorpora a corporaciones internacionales en la explotaciÛn del petrÛleo.
Luego vendrÌa Ayotzinapa, fatÌdico suceso que adem·s de marcar, quiz· para siempre y de forma desgarradora, la memoria de los mexicanos, tambiÈn comprobÛ la ignorancia del gobierno frente al escenario de violencia en el paÌs (por ejemplo, ni siquiera se tienen registros certeros de los m·s de 20 mil desaparecidos); aunado a esto se evidenciÛ el nivel de infiltraciÛn de los narcogobiernos y el uso de la justicia al servicio del Presidente: øpor quÈ el procurador nunca mencionÛ que hay videos donde est· presente la PolicÌa Federal en la desapariciÛn de los estudiantes?
Ciertos lÌderes sociales como el padre Alejandro Solalinde o Javier Sicilia se han pronunciado a favor de no salir a votar el prÛximo 7 de junio. Sin embargo, analistas y activistas advierten que esto serÌa entregarle una vez m·s el Congreso al actual Presidente, y al partido que le respalda, con lo que se continuar·n aprobando sus reformas, entre ellas la escalofriante privatizaciÛn del agua.