
De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- El facturero del crimen organizado, Manuel Alonso Cerezo, candidato impugnado a la alcaldía Manuel Alonso ya no sólo roba, ha impuesto su equipo para ayudarle a toda costa a robar, tal es el caso del actual contralor municipal y ex agente del ministerio público Lauro Ramos Olmos, conocido por encubrir irregularidades y proteger intereses políticos, además de ser integrante del crimen organizado.
Alonso, quien ya vio cómo se pueden hacer negocios desde el poder, busca seguir robando y saqueando Córdoba con perfiles amañados, que como Ramos, han demostrado ser útiles para simular transparencia mientras se tejen acuerdos en lo oscuro.
En casi cuatro años como contralor municipal, Lauro Ramos Olmos no ha detectado ni un solo caso de corrupción entre los más de 1 mil 500 trabajadores del ayuntamiento de Córdoba.
Esa aparente “perfección administrativa” contrasta con múltiples señalamientos en su contra, tanto por encubrimiento de irregularidades como por su cercanía con personajes políticos cuestionables.
Ramos Olmos llegó al cargo arropado por influencias políticas. Su nombramiento fue impulsado por Luis Abella, empresario ligado a redes de poder local, y a Manuel Alonso Cerezo, empresario vinculado a la facturación del crimen organizado y actual candidato impugnado a la alcaldía. Esta cercanía ha despertado sospechas sobre la verdadera función del contralor: más una tapadera política que un vigilante de la legalidad.
Desde su oficina, Ramos Olmos ha evitado cualquier roce con los casos heredados de la administración anterior, encabezada por Leticia López Landero. Aunque el proceso de entrega-recepción documentó 183 observaciones por daño patrimonial, la Contraloría Municipal optó por archivar las quejas y no procedió contra ningún funcionario motivado por sus propias aspiraciones políticas: buscar una regiduría.
Los señalamientos no acaban ahí. En 2023, un agente de Tránsito Municipal denunció públicamente haber sido removido de su cargo por infraccionar al contralor, quien manejaba un vehículo oficial sin cinturón y a exceso de velocidad, además aseguran con aliento alcohólico. El oficial afirmó que Ramos lo amenazó y cumplió su advertencia, en lo que se denunció como un abuso de autoridad.
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