
Cuando un Papa muere, como ocurrió recientemente con el fallecimiento del papa Francisco en abril de 2025, el mundo observa con atención, esperando quizá señales de caos o incertidumbre. Pero en el corazón del Vaticano, lo que ocurre es todo lo contrario: se activa una maquinaria antigua, precisa y profundamente simbólica.
🕊️ El Camarlengo: Guardián del Vacío
La primera figura en entrar en escena es el camarlengo, actualmente el cardenal Kevin Farrell, un irlandés con trayectoria pastoral en Estados Unidos. Su papel no es espiritual ni político, sino eminentemente logístico. Es él quien verifica oficialmente la muerte del pontífice, un gesto que puede parecer ritual, pero que tiene implicaciones legales muy concretas. También sella sus aposentos, custodia el anillo del Pescador y asume el gobierno temporal de la Santa Sede, asegurando que la institución continúe funcionando sin interrupciones. Es, como lo describen algunos, el hombre que mantiene el Vaticano en pie cuando no hay pastor.
🔔 El Decano: Voz de la Tradición
Mientras el camarlengo asegura la operatividad, el decano del Colegio Cardenalicio, hoy en manos del cardenal Giovanni Battista Re, toma las riendas del plano espiritual y ceremonial. Con vasta experiencia en diplomacia vaticana, es él quien guía a los cardenales en las congregaciones previas al cónclave, y quien tiene el honor de preguntar al nuevo elegido si acepta ser Papa y qué nombre tomará. Además, pronuncia la homilía en la emblemática misa Pro Eligendo Pontifice, justo antes del encierro de los cardenales en la Capilla Sixtina.
🌐 Una Iglesia Realmente Universal
El cónclave que se avecina está compuesto por 135 cardenales menores de 80 años, provenientes de 71 países. Italia sigue siendo la más representada con 17 electores, seguida de Estados Unidos con 10 y Brasil con 7. Sin embargo, el abanico se amplía hasta rincones poco comunes como Sudán del Sur, Mongolia o Timor Oriental.
Esta diversidad no es casual. Durante su pontificado, Francisco transformó el Colegio Cardenalicio con una visión clara: reflejar la catolicidad real del mundo contemporáneo. De los 135 electores, más de 80 fueron nombrados por él, muchos provenientes de regiones históricamente subrepresentadas como África, Asia y América Latina.
