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CDMX. – Un grupo delincuencial armó un plan para matar al Presidente, pero fue interceptado por la Sedena, según revelan documentos filtrados en el hackeo de Guacamaya.
Fue en 2019 cuando se unió una presunta banda criminal para “asesinar” al Mandatario mexicano tras ‘meterse con quien no debía’, señalan.
La Sedena detectó que un grupo de ‘huachicoleros’ pretendía presuntamente acabar con la vida de Andrés Manuel López Obrador, misma información que se conoció en el informe del 10 de febrero de 2019, con la tarjeta 157.
El documento iba dirigido al subjefe de inteligencia de la Sedena con el fin de “informar el desborde técnico de un audio de interés en torno al caso Águila”. El caso que hace referencia a la investigación en contra de Sergio Águila Luévanos, (a)El Capi, quien después de retirarse del Ejército se dedicó al negocio del ‘huachicoleo’, pero fue detenido en agosto de 2019, acusado de delincuencia organizada..
Según el audio analizado por la Sedena, “El Capi” respondió a un hombre no conocido, quien le mencionó que no llegaron las piezas de los rifles AR-15 debido a que le pedían el efectivo por adelantado, situación con la que no estuvo de acuerdo y aseguraba que buscaría a un nuevo proveedor de armas.
El desconocido argumenta a su interlocutor que el grupo se encuentra en crisis financiera, luego de las medidas que había comenzado a implementar el gobierno de la 4T, por lo que “no tenían dinero”, razón que los orilló a “extorsionar y a robar”; no obstante, no les alcanzaba para más armas. Ante ello presuntamente Sergio Águila Luévanos respondió que ya existía “precio para la cabeza” de AMLO, puesto que no cedió en su estrategia para eliminar el huachicol.
