Quedará plasmado en la historia de la ciudad

Orizaba.- El cronista de la ciudad, José Romero Guereña, dijo que quedará para la historia el 25 de septiembre “Orizaba Pueblo Mágico… ciudad limpia y ordenada”, con la participación de los orizabeños.

 

Incluso dijo que este alcance histórico debe tener como desafío que se coloque en algún sitio de la Pluviosilla el busto de Agustín de Iturbide, porque este personaje entró con su Ejército Trigarante un 27 de septiembre y sin embargo, sólo tiene un busto de este ilustre el municipio de Córdoba. “Le llaman traidor porque se proclamó emperador, pero quien lea la historia verá que en esa época había como 50 emperadores”. El Gobierno de entonces era monárquico, no republicano, pero los políticos se toman de esos argumentos porque desconocen la historia”, insistió.

 

El historiador local afirmó que las instancias de Gobierno se habían tardado en liberar esta categoría y ahora lo que continúa es seguir provocando una actitud progresista dentro de lo serio y bella que es la ciudad.

 

Algo similar está pasando ahora con manifestaciones en contra de acontecimientos históricos y los movimientos de convierten en cuestiones políticas y sin fundamento, reiteró.

 

El cronista orizabeño acudió ayer a Palacio municipal a recoger algunos testimonios ciudadanos y a observar el ambiente en la sede del Gobierno, cuyas autoridades de Turismo y el mismo Alcalde habían salido a la ciudad de Puebla para recoger el nombramiento de Pueblo Mágico y resumió diciendo que esta designación es un acto de justicia para Orizaba.

 

“Como cronista de la ciudad voy a escribir algunas notas y en esas entrará Orizaba como Pueblo Mágico; es de lo mejor que le ha pasado a la ciudad en los últimos 20 años, así como sus banquetas, la limpieza, los servicios y el teleférico, entre otras cosas”.

 

 La Supervisora de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Irma Becerril, llegó hace 20 años a Orizaba para desempeñar sus servicios como parte de esta dependencia federal y recordó que la ciudad entonces tenía una fuerte contaminación visual, faltaba armonía en colores y elementos arquitectónicos, sus calles eran muy difícil de transitar y era llamada una ciudad de paso.

 

Como institución del Gobierno federal, admitió que también significa una gran emoción porque es el logro de un trabajo constante e intenso que han tenido las autoridades y que transformaron la ciudad sin dañarla.