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Queda con medio rostro inmóvil al ser arrollado por autobús

Superiberia

Córdoba.- Hace ya casi 2 meses que al joven Bernardo Nahím Mendizábal Alvarado, de 23 años, con domicilio en la congregación Potrero Viejo, un accidente le cambió la vida y también su rostro, el cual ahora está parcialmente paralizado. Él fue atropellado por un autobús de la línea TRV la noche del 26 de junio, cuando caminaba junto con su hermano, a orillas de la carretera Córdoba-Veracruz, a la altura de la calera de Peñuela.

El joven tuvo que interponer una denuncia ante las autoridades ministeriales en contra de la línea transportista, a la que exige un pago de $2 millones como indemnización, debido a que por las secuelas del accidente, todavía está en tratamiento, y requiere medicinas, terapias y radiografías entre otras cosas.

Una cicatriz de casi 20 centímetros, suturada y corrugada, recorre su mejilla derecha desde el ojo hasta el cuello, y con trabajo puede expresarse, debido a que, en palabras de él, tiene “muerta” la mitad derecha de su cara, por lo cual no puede gesticular, ni con las cejas, ni con la boca.

Cuenta que los hechos fueron el pasado 26 de junio, “venía yo ahí por la calera, en un tramo que no hay banqueta, yo venía caminando de la central camionera, con mi hermano Isaac Tobón Mendizábal, que tiene 19 años, veníamos a Peñuela a agarrar el carro, porque nos íbamos a quedar a Potrero Viejo”.

Con trabajo para comunicarse, narra que “ahí fue cuando pasó un autobús TRV hacia Córdoba, pero llevaba abierto el maletero, el de la parte de abajo del autobús, donde guardan las maletas, es uno que se abre hacia un lado y con ese fue el que me dio el golpe en la cara, todo lo que es el costado derecho de la cara me lo quebró, al instante me caí, me desmayé, mi hermano alcanzó a ver que era un TRV y corrió a levantarme, empezó a pedir auxilio”.

Luego, dijo, llegó una patrulla de Seguridad Pública y paramédicos de la Cruz Roja, “que me llevaron al hospital Yanga, ahí estuve internado 2 días, medio me cosieron la herida y después me trasladaron al Hospital Regional de Veracruz, ahí estuve mes y medio”.

El joven, cuenta que antes de accidentarse trabajó en una empresa de seguridad de Córdoba, y ahora no puede trabajar por el problema que tiene. “Ahorita tengo dolores y sigo yendo a tratamiento, necesito medicamentos y tuve que pagar varias radiografías, que tengo que estar sacando con particular constantemente. Ya pusimos la denuncia en el Ministerio Público de Córdoba, la puso mi abogada que se llama Laura, y estamos pidiendo una indemnización de 2 millones de pesos”.

Mientras acude a cambiar unas monedas por billetes, el joven explica que se la pasa haciendo labores cotidianas para ganarse unos pesos, y espera que pronto se le haga justicia para que este hecho no quede en la impunidad y él pueda vivir tranquilo.

 

de la redacción

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