Washington.- Mi jefe me llamó para pedirme que la hiciera de traductor, le pasó el teléfono a Juan, su jardinero, “-Dígale que los escruches están oxidados” me dijo Juan en un Spanglish que nos cuesta mucho trabajo entender a los que crecimos en México… Lo traduje como “The escruches are rusty” “-WTF are the escruches?” preguntó mi jefe, ¿qué &*$% son los escruches?
Spanglish o Ingleñol es el lenguaje que hablan muchos de nuestros paisanos que piden prestadas palabras y expresiones del inglés y las incorporan a un español muy limitado. Expresiones como “llámame pa’tras (call me back)”, “aseguranza (insurance)”, “carpeta (carpet)” y “biles (bills)” reemplazan a “regrésame la llamada”, “seguro”, “alfombra”, y “cuentas”, no sólo en el habla popular sino hasta en anuncios espectaculares o de televisión ofreciendo aseguranzas o pago de biles. Nadie se asombra, nadie se ofende.
Si el Español y el Inglés fueran pugilistas en el cuadrilátero del país de gringos, el Español tendría la nariz rota, los ojos morados y estaría sangrando profusamente. Los que lo defendemos somos una micro-minoría y cuando alguna vez me he quejado de la mala ortografía en los anuncios, me regalan una sonrisa como diciendo … ¡Pobre iluso!
Hasta en las películas y las series de televisión en las que los productores gastan millones para que todo parezca ‘real’ los que la hacen de latinos hablan con un acento que da risa, parece que aprendieron español ayer y no tuvieron tiempo de practicar. El director que sólo habla inglés no se entera de que sus actores suenan más falsos que un monstruo de Scooby Doo.
Los gringos se quejan de la invasión de otras lenguas. Hasta los mexicanos nos sentimos un poco desconcertados cuando manejando en un barrio coreano, no vemos un solo anuncio en inglés… ¡ni en español! En lugar de molestarse deberían hacer como yo y sentirse un poco turista en vacaciones.
Jorge Ramos, presentador de la cadena Univision piensa que la mejor parte de los idiomas es que están vivos, evolucionando siempre; nos recuerda que el español y el inglés que hablamos hoy no son los mismos que se hablaban hace 100 años. Reconoce que a veces usa Spanglish para comunicarse mejor con su audiencia. En ésta era de globalización dice, se trata de hacer una mezcla de culturas, idiomas y gentes de todos colores. Spanglish es la forma en la que hablamos dice, es la combinación de un inglés y un español vivos, es nuestra realidad y no podemos negarla.
Ramos nos explica que ha viajado por todo el mundo y que los Estados Unidos son el único país donde no se valora el multilingüismo. No entiende cómo no pueden ver que el hablar más de un idioma abre nuestras mentes. Ser bilingüe abre las puertas al resto del mundo, a las ideas de otros países y culturas.
A mi no me gusta el Spanglish, viviendo en este país y conviviendo en ambos idiomas, es casi imposible no pedir prestada una palabra de vez en cuando pero en general, hago el esfuerzo para hablar correctamente en ambos idiomas. No creo que contaría con la aprobación de Cervantes ni de Shakespeare pero… ¿Qué le vamos a hacer? aparentemente tampoco cuento con la aprobación de Jorge Ramos.
Hay tanto que decir del lenguaje. Hay que platicar de la xenofobia gringa del ‘english only’ (sólo inglés) que pretende defender un idioma que no necesita defensa. Hay que platicar de cómo les molesta a algunos gringos el escuchar ‘para español marque ocho’. Hay que platicar de la increíble velocidad con la que los niños aprenden idiomas. Hay que platicar del ‘ebonics’ que es el habla vernácula de muchos afroamericanos en los Estados Unidos. Hay que platicar de los filipinos, cuyos rasgos son tan parecidos a los nuestros que es fácil confundirlos con mexicanos y hablarles en español. Mi hermana, que no es conocida por quedarse con las ganas de decir lo que piensa le dijo a más de una filipina que no entendió su español: “-lástima de carita m’hijita”.
¿Y los escruches? Los escruches de Juan resultaron ser los tornillos de unas regaderas que necesitaban ser reemplazados. ¿Cómo se llega de tornillo a escruche? Tornillo en inglés es ‘screw’ que se pronuncia algo así como ‘scrú’ de scrú a escruche no hay mucha distancia. Váyase acostumbrando dice Jorge Ramos.