
Mientras las exportaciones comerciales mexicanas a Estados Unidos se libraron de los aranceles impuestos por Donald Trump en el pasado, hoy el agua podría convertirse en un nuevo factor de tensión en la relación bilateral. El presidente estadounidense lanzó recientemente una amenaza sobre la imposición de aranceles y sanciones, acusando a México de deberle 1.3 millones de acres-pies de agua, además de acusar a los mexicanos de “robar” agua a los agricultores texanos. ¿Qué está en juego y cómo afecta el Tratado de Aguas de 1944?
El Tratado de Aguas de 1944: Un acuerdo de vital importancia
Este tratado, que rige la distribución del agua de los ríos fronterizos entre México y Estados Unidos, tiene 81 años de vigencia. La cooperación binacional fue diseñada para garantizar que ambos países cuenten con los recursos hídricos necesarios para su consumo y desarrollo agrícola.
En términos concretos, Estados Unidos debe entregar a México 1,850 millones de metros cúbicos del río Colorado, mientras que México debe proveer a EE. UU. con 432 millones de metros cúbicos del río Bravo. La particularidad de este acuerdo radica en que, mientras que EE. UU. debe cumplir con una cantidad anual fija, México tiene un plazo de cinco años para cumplir con su obligación, con la posibilidad de compensar en el siguiente ciclo si hay escasez de agua.
El conflicto actual: sequía y retrasos en las entregas
Sin embargo, los niveles de los ríos Bravo y Colorado han disminuido significativamente debido a la sequía que afecta a ambos países. En 2020, el río Conchos, principal afluente mexicano del río Bravo, sufrió una notable caída en su caudal, lo que llevó a México a aumentar la extracción de agua de otras fuentes para cumplir con su compromiso.
A pesar de las dificultades, Claudia Sheinbaum, presidenta de México, defendió el cumplimiento del tratado, asegurando que se ha entregado el agua en la medida de su disponibilidad, a pesar de la crisis hídrica.
La amenaza de Trump: ¿nuevos aranceles?
El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha hecho de este tema una plataforma importante, incluso durante su campaña. En su reciente declaración, volvió a señalar a México por el “robo” de agua y las deficiencias en el cumplimiento del tratado. Aseguró que México debe 1.3 millones de acres-pies de agua a Texas, una deuda que, según él, se ha acumulado a lo largo de varios años.
La amenaza de Trump no solo incluye la imposición de sanciones, sino también la activación de aranceles comerciales, lo que podría tener consecuencias dramáticas para la economía mexicana.
¿Renegociación del tratado?
A pesar de las presiones de Trump, la presidenta Sheinbaum ha rechazado la idea de una renegociación del Tratado de Aguas de 1944. Según ella, el tratado es justo y lo que ha ocurrido es simplemente que hay menos agua debido a la sequía prolongada. En lugar de una renegociación, el gobierno mexicano ha propuesto acciones inmediatas para garantizar el envío de agua a Texas sin afectar a las poblaciones locales.
Impacto en la vida real
El cumplimiento del tratado tiene impactos tanto positivos como negativos. En el lado positivo, Tijuana, una ciudad fronteriza de México, depende del agua del tratado para abastecer a miles de hogares. Sin embargo, los agricultores del norte de México se sienten perjudicados, ya que deben entregar una cantidad significativa de agua que, en tiempos de sequía, no es suficiente ni para satisfacer las necesidades del país.
Además, el conflicto podría generar un aumento en los precios de los alimentos y productos que dependen del agua para su producción, afectando la economía mexicana y su competitividad en los mercados internacionales.
