Washington.- Ariel Castro, quien secuestró, violó y maltrató durante una década a tres mujeres en Cleveland (Estados Unidos) y apareció ahorcado en su celda el pasado 3 de septiembre, pudo morir de asfixia autoerótica y no de un suicidio como se pensó en un principio, según un informe divulgado este jueves.
“No parece haber motivación conocida o justificada” para un suicidio, indica el informe del Departamento Correccional y de Rehabilitación del estado de Ohio.
La asfixia autoerótica es una práctica que consiste en obtener placer a través de la disminución de la respiración durante la actividad sexual o la masturbación.
No se encontró ninguna nota de suicidio de Castro, de origen puertorriqueño y quien no había mostrado tendencias suicidas en varias evaluaciones que se le realizaron, según el informe.
AGENCIA